El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) considera que las previsiones del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con una contracción del PIB del 8% este año y un repunte del 4,6% en 2021, son «demasiado optimistas», por lo que han mantenido su previsión de que el PIB se contraiga un 10% en 2020 y experimente un repunte del 3% el año siguiente.
Los analistas ven con cierta reserva los pronósticos incluidos en los presupuestos de 2021, ya que consideran que es un proyecto basado en una época de estabilidad, «donde la austeridad se puede plantear como un principio, pero no es un presupuesto diseñado para una fase de crisis».
El IMEF asevera que el paquete diseñado por el Ejecutivo no contiene medidas contracíclicas que deberían ser tomadas en cuenta para la recuperación económica. «La política contracíclica no tendría por qué contraponerse a la responsabilidad fiscal en tiempos de emergencia», añaden.
Los expertos explican que la previsión del 4,6% se aleja de una realidad en la que habrá ausencia de condiciones suficientes para impulsar la recuperación privada y en un contexto de consumo mermado por el impacto de la recesión sobre el empleo, lo que supondrá que los supuestos de ingresos tributarios no se cumplan.
Asimismo, el IMEF apostilla que en julio la Secretaría de Hacienda revisó el déficit primario para el cierre de 2020 a un -0,6% del PIB, mientras que el plan económico plantea un superávit del 0,2%. «Es cuestionable cómo se dará un ajuste del 0,8% del PIB», argumentan.
Por otro lado, consideran difícil que se cumpla el pronóstico de una producción petrolífera de 1.857 millones de barriles diarios, teniendo en cuenta la situación actual de la petrolera estatal Pemex.
«La continuidad del plan de Gobierno de principalmente sostener el desarrollo del país con base en sus tres proyectos de infraestructura emblemáticos (no rentables) y plantear a Pemex como pivote del desarrollo sin modificaciones de fondo ante circunstancias tan desafiantes, podría agravar el impacto de la recesión y profundizar el costo económico y social de la crisis», apostilla el informe.