Ventura Durall estrena L’Ofrena, un thriller psicológico que ahonda en la culpa

El cineasta Ventura Durall estrena este viernes, 18 de septiembre, su segunda película, ‘L’Ofrena’, un thriller psicológico sobre la culpa y el perdón, a través de un triángulo amoroso que deja patente que «es esencial tender puentes a la comunicación entre los seres humanos».

Así lo ha manifestado en una entrevista a Europa Press con motivo del preestreno exclusivo en La Filmoteca de València de la película, que llega a las salas españolas este viernes, 18 de septiembre, de la mano de la distribuidora Alfa Pictures, tras su reciente paso por el Festival de Málaga.

Este thriller sentimental es el segundo largometraje de ficción de Ventura Durall tras ‘Las dos vidas de Andrés Rabadán’, en la que ya contó como protagonista con Alex Brendemühl. En L’Ofrena se suman al actor Verónica Echegui y Anna Alarcón para dar vida a un triángulo amoroso con un pasado lleno de secretos, en el que nadie es quién parece ser.

Se trata de una producción de Nanouk Films, Fasten Films, SUICAfilms y Bord Cadre Films, con el apoyo del Institut Valencià de Cultura, ICEC, ICAA, À Punt Mèdia y TV3, rodada entre Barcelona y la provincia de Valencia, en parajes como la sierra de Irta, Sagunto o Buñol, entre otros.

En la película, Violeta (Anna Alarcón), una reputada psiquiatra, recibe una visita inesperada a su consulta. Se trata de Rita (Verónica Echegui), la mujer de Jan (Alex Brendemühl), un antiguo amor de adolescencia de Violeta que marcó su vida tras abandonarla de manera traumática veinte años atrás. Rita acude a Violeta con el pretexto de recuperar el amor de su marido. Sin embargo, lo que Violeta desconoce es que esta visita es el primer paso de Jan para intentar reescribir su historia.

A través de esta historia, la cinta aborda «sentimientos muy humanos» y «cómo la identidad personal se construye con hechos», con todo aquello que hemos hecho en nuestro pasado. «Es un viaje trascendental», explica Ventura Durall.

Precisamente el título de la película, ‘L’Ofrena’, va en un doble sentido, por un lado, hace referencia al perdón para «estar en paz con uno mismo» y por otro, subraya que «para que sea de verdad, hay que mirar a la cara».

UN CANTO A LA COMUNICACIÓN

El film interpela al espectador para que «complete» el mensaje con su «propia historia personal, con sus propias experiencias» y vaya interpretando así las múltiples «capas» que esconde el largometraje.

Si hay un mensaje claro para Durall es «la necesidad de tender puentes a la comunicación entre los seres humanos» como algo «esencial. Hay en la cinta «un canto» a la comunicación, que «con valentía y tragándose el orgullo es posible», defiende el cineasta.

En este sentido, Ventura Durall reflexiona sobre la pandemia y el confinamiento, que «nos ha obligado a estar más con nosotros mismos y nos ha permitido indagar de forma honesta en nuestras relaciones» e incluso recuperar algunas, por lo que cree que la película es «muy adecuada para estos tiempos».

Tras casi doce años desde su primer largometraje ‘Las dos vidas de Andrés Ramadán’, en los que ha realizado diversos documentales, Ventura Durall ha querido retomar la ficción con ‘L’Ofrena’. Ya hacía unos años que la idea iba tomando forma en su cabeza y finalmente ha sido posible, comenta.

Además, repite con Alex Brendemühl en el papel protagonista a quien considera un muy buen amigo, un actor excepcional y un «pilar fundamental» en su trabajo.

En su ópera prima, Durall se inspiraba en un caso real, el de Andrés Rabadán, que en 1994, a los 19 años, mató a su padre (en un brote psicótico tras descubrir que éste violaba a su hermana) clavándole varias fechas, lo que llevó a la prensa a bautizarlo como el ‘asesino de la ballesta’. Ahora, ‘L’Ofrena’ bebe de las «emociones humanas» e incluye algún elemento autobiográfico, ha desvelado.