Un estudio coordinado por investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS, en colaboración con investigadores del CIBER de Hepática y Digestivas (CIBEREHD) y de Cáncer (CIBERONC), ha demostrado que la técnica ‘Next Generation Sequencing’, utilizada para la secuenciación masiva del ADN, podría ser útil para el manejo de la trombosis venosa esplácnica (TVE), ya que permite detectar alteraciones que no se encuentran mediante técnicas convencionales.
Este estudio, publicado en ‘Journal of Hepatology’, es el primero que ha utilizado esta técnica en una cohorte amplia de pacientes con TVE. Ha sido liderado por el jefe del grupo Regulación de la microcirculación hepática en la cirrosis y enfermedades vasculares hepáticas del IDIBAPS y jefe de grupo del CIBEREHD, Juan Carlos García-Pagán; por el jefe del grupo Neoplasias Mieloides del IDIBAPS, Francisco Cervantes, y Alberto Alvarez, del mismo grupo; y por la jefa del grupo Terapias experimentales en neoplasias linfoides del IDIBAPS y del CIBERONC, Dolors Colomer; siendo la investigadora pre-doctoral del grupo que dirige el doctor García-Pagán, Marta Magaz, la primera firmante del artículo.
El término trombosis venosa esplácnica no cirrótica y no tumoral (TVE) engloba las enfermedades conocidas como síndrome de Budd-Chiari (SBC) y trombosis portal no cirrótica. La causa más frecuente subyacente en ambas enfermedades son las neoplasias mieloproliferativas (NMP). Sin embargo, hasta en un 30 por ciento de pacientes con TVE, no se encuentra ninguna causa subyacente y se consideran de origen idiopático.
«Nuestra hipótesis se basa en que una proporción de estos pacientes idiopáticos podrían tener una NMP/clonalidad hematopoyética no diagnosticada por las técnicas convencionales empleadas en la actualidad», ha explicado García-Pagán.
La identificación de mutaciones hematológicas clásicas como el JAK2V617F o la calreticulina (CALR) representaron un importante progreso en el diagnóstico de las TVE, sin embargo, algunos pacientes con NMP presentan negatividad para estas mutaciones, siendo necesario para su diagnóstico la biopsia de médula ósea.
La técnica permite realizar el análisis de secuenciación masiva del ADN, siendo capaz de analizar simultáneamente millones de fragmentos con una alta sensibilidad incluso con una carga mutacional muy baja. En este trabajo se ha analizado mediante un panel de NGS, el ADN de 75 pacientes con TVE idiopáticas/exclusivo factor local aislado y de 5 pacientes con una NMP diagnosticada por biopsia medular.
En ninguno de estos pacientes se habían detectado por las técnicas moleculares clásicas las mutaciones características de las MPN, como son las mutaciones de JAK2 (V617F y en el Exon 12), de CALR o de MPL. Asimismo, la técnica NGS permitió detectar tres pacientes con mutación en el exon 12 de JAK2 con niveles mutacionales por debajo del 10 por ciento, que no era posible detectar mediante las técnicas de secuenciación convencionales.
Además de estas mutaciones clásicas, NGS detectó, en un tercio de los pacientes, mutaciones en otros genes como ASXL1, DNMT3A y TET2, que se han agrupado recientemente con el término de ‘CHIP’ y que se han relacionado con patología mieloide y/o estados proinflamatorios. «Además, cabe mencionar que aquellos pacientes portadores de estas mutaciones presentaron un mayor riesgo de desarrollar un nuevo episodio de trombosis esplácnica durante el seguimiento», ha dicho Magaz, para zanjar asegurando que la técnica podría ser útil para mejorar el diagnóstico de las trombosis venosas esplácnicas y el manejo de los pacientes con la enfermedad.