El director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, ha avisado de que actualmente la transmisión del coronavirus en Europa está siendo «muy grave», dado que los casos semanales han superado los notificados cuando la pandemia alcanzó su pico máximo en marzo.
En rueda de prensa, Kluge ha señalado que más de la mitad de los países europeos han experimentado un crecimiento del 10 por ciento de los casos de Covid-19 y, de ellos, siete han doblado la incidencia de infectados. «Aunque estos números reflejan la realización de más pruebas, también muestran tasas alarmantes de transmisión en toda Europa», ha detallado.
Asimismo, el dirigente de la OMS ha informado de que en la primera semana de septiembre se observó un aumento en los casos entre los grupos de mayor edad, 50-64 y 65-79 años, aunque la mayor proporción todavía se encuentra entre las personas de 25 a 49 años. «Esta pandemia nos ha quitado mucho. En Europa se han registrado 4.893.614 casos de Covid-19 y 226.524 muertes, pero esto cuenta solo una parte de la historia, ya que el impacto en nuestra salud mental, economías, medios de vida y sociedad ha sido monumental», ha dicho Kluge.
Por ello, ha realizado un llamamiento a la coherencia regional, a realizar un mayor esfuerzo colectivo por parte de toda Europa, recordando que la respuesta a la pandemia ha sido «muy eficaz» cuando las acciones se han implantado de forma rápida y decidida, pero no tanto cuando ha prevalecido el «partidismo» y la «desinformación.
Asimismo, director regional para Europa de la OMS ha instado a los países a tener en cuenta lo que ha demostrado que funciona, como por ejemplo la ampliación de pruebas para detectar el virus o el uso de mascarillas, así como a ser conscientes de las preocupaciones de la población.
«Comprender quién está experimentando fatiga y las barreras y factores que experimentan al adoptar comportamientos de protección permite segmentar y adaptar las acciones a quienes más lo necesitan, y en función de las necesidades de grupos de población específicos. Esto requiere políticas, intervenciones y comunicaciones más eficaces y rentables. Requiere que adoptemos disciplinas fuera del ámbito biomédico, como las ciencias sociales y las humanidades», ha argumentado.