La firma de moda Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH) ha asegurado que la batalla legal que Tiffany ha iniciado contra la empresa francesa por la fusión fallida entre ambas es una forma de desviar la atención de los accionistas de su «mediocridad» durante la gestión de la crisis generada por el Covid-19.
Entre el miércoles y el jueves, Tiffany y LVMH han hecho una serie de acusaciones públicas ante las peticiones de cada uno al tribunal de Delaware sobre cuándo debería celebrarse el juicio de la fusión fallida entre ambas.
Según Tiffany, LVMH solicitó a la Justicia estadounidense que el juicio tuviera lugar en un plazo de seis o siete meses. El objetivo sería, de acuerdo siempre con la cadena de joyerías, exceder la fecha límite del 24 de noviembre para formalizar la fusión. Ante eso, Tiffany solicitó al juzgado que el procedimiento se finalizara antes de esa fecha.
«No hay razones objetivas para que el juicio no deba tener lugar en un plazo normal de tiempo», ha indicado este jueves LVMH en un comunicado. «Al pedir al tribunal que actúe con urgencia –y comunicándolo ferviente y precipitadamente–, los ejecutivos de Tiffany claramente están buscando evitar tener que responder ante sus accionistas por los malos resultados y gestión», ha asegurado la firma dirigida por Bernard Arnault.
LVMH ha asegurado que los próximos resultados de Tiffany confirmarán la existencia de un «efecto material adverso» y la «mediocridad» de su gestión durante la crisis, que «ha consistido principalmente en crear pérdidas e incrementar la deuda en detrimento de los intereses de la compañía».
La firma de lujo francesa ha añadido que debido a los asuntos financieros y legales que están «en juego», y dado el contexto de la pandemia que «obviamente afecta a la capacidad de una empresa europea de organizar su defensa en Estados Unidos», una juicio justo necesaria de un periodo de tiempo «razonable».
«Tiffany claramente tiene miedo de una Justicia justa y serena. LVMH, en cambio, tiene plena confianza en el sistema judicial estadounidense para demostrar que las condiciones de la adquisición de Tiffany ya no se cumplen y que los argumentos falaces vertidos por Tiffany son infundados», ha apostillado.