El Ibex 35 ha finalizado la sesión de este jueves con un descenso del 0,35%, lo que ha llevado al selectivo a situarse en los 7.086,2 enteros, tras la decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de mantener sin cambios los tipos de interés en un rango objetivo de entre el 0% y el 0,25%, su nivel más bajo posible, ya que el banco central estadounidense no contempla tipos de interés negativos.
De esta forma, tras subir ayer un 1,06% hasta afianzar los 7.100 puntos, el selectivo madrileño ha bajado posiciones pero ha logrado mantenerse sobre el umbral de los 7.000 puntos.
La jornada de este jueves también ha estado marcada por la reunión de los consejos de administración de CaixaBank y Bankia, que esta tarde darán luz verde a la fusión y a definirán el precio de la operación.
Así, los valores más alcistas han sido ArcelorMittal (+3,55%), CIE Automotive (+3,2%), Acerinox (+2,28%), Acciona (+2,2%), Colonial (+1,73%) y Aena (+1,65%). En el lado de las caídas se han situado IAG (-2,22%), Banco Santander (-1,96%), Siemens Gamesa (-1,91%), Indra (-1,76%) y Merlin Properties (-1,53%).
El resto de plazas europeas han finalizado también en negativo, con caídas del 0,47% para el Ftse 100 de Londres, del 0,69% para el Cac 40 de París, del 0,36% para el Dax de Fráncfort y del 1,12% para el Mib de Milán.
En este escenario, el barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, cotizaba en 41 dólares, mientras que el crudo Brent, de referencia para Europa, marcaba un precio de 423,33 dólares.
Por su parte, la prima de riesgo española se mantenía en 74 puntos básicos, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,264%, mientras que la cotización del euro frente al dólar se ampliaba a 1,1826 ‘billetes verdes’.
El Tesoro Público ha colocado este jueves 4.233,31 millones de euros en bonos y obligaciones, algo por debajo del rango medio previsto, y lo ha hecho ofreciendo a los inversores rentabilidades negativas a tres y siete años y reduciendo el interés ofrecido en las obligaciones a 20 y 30 años.
A pesar de obtener una menor rentabilidad e incluso pagar por plazos de hasta siete años, los inversores siguen confiando en los títulos de deuda pública españoles, ya que la demanda conjunta de las cuatro referencias subastadas este jueves ha superado los 10.500 millones de euros, más del doble de lo finalmente adjudicado en los mercados.