La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ha denunciado que el Gobierno solo ha destinado el 19 por ciento del total de la inversión prevista para satisfacer las demandas de agua en los planes hidrológicos.
Así lo ha manifestado en una segunda alegación presentada a los Esquemas Provisionales de Temas Importantes de cara a la elaboración del tercer ciclo de planificación presentada el 14 de septiembre en el registro electrónico del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y de todos los organismos de cuenca.
Los regantes critican que haya casi un millón de hectáreas de regadío que están pendientes de modernización y que un porcentaje elevado de las obras de regulación y de infraestructuras hidráulicas de interés general no se hayan ejecutado, pese a figurar en los sucesivos planes hidrológicos.
En concreto, Fenacore denuncia que los 25 planes hidrológicos revisados en el segundo ciclo (2015-2021), que incluyen 11.224 medidas y una inversión prevista de 22.332 millones de euros.
Sin embargo, según los últimos datos disponibles, hasta diciembre de 2018 únicamente se habían finalizado el 7 por ciento de las medidas, con una inversión ejecutada de 3.650 millones de euros, aproximadamente el 16 por ciento, cuando el periodo transcurrido superaba el ecuador temporal del plan.
Por ese motivo, los regantes denuncian que la planificación hidrológica carece de credibilidad al haberse incumplido por las sucesivas administraciones, durante varias legislaturas, los acuerdos alcanzados con el regadío.
Por eso, insisten en la necesidad de cumplir los planes vigentes, con sus programas de medidas, para recuperar la confianza en la planificación hidrológica y en las administraciones responsables.
La entidad de regantes presentó anteriormente una primera enmienda a los Esquemas de Planes Importantes en la que se oponían a los nuevos planes hidrológicos por la «desconfianza» hacia una administración a la que acusan de que en los «últimos tiempos parece amparar posiciones beligerantes y contrarias a los regadíos, obviando la importancia de disponer de agua garantizada en las correspondientes cuencas hidrográficas y su papel a la hora de asegurar la alimentación y el suministro, así como su contribución en la lucha contra el cambio climático y la despoblación de las zonas rurales.
Finalmente, Fenacore reitera su predisposición a colaborar en el nuevo ciclo de planificación y seguir con «el talante» con el que se llegó a acuerdos alcanzados como la Ley de Aguas de 1985 y sus Reglamentos de 1986 y 1987 y los ciclos de planificación hidrológica de 1998, 2014 y 2016; que incluían el establecimiento de caudales ecológicos.
De ese modo, apuestan por un consenso para lograr unas condiciones mínimas para apoyar los nuevos planes hidrológicos a sabiendas de que las decisiones que se tomen ahora dependerá la gestión del agua en las futuras décadas.
El presidente de Fenacore, Andrés del Campo, solicita que el conjunto de Administraciones Públicas, y de manera muy especial el MITERD y los Organismos de Cuenca que tienen las competencias sobre el agua en España, «den un impulso al cumplimiento de los programas de medidas comprometidas con los regadíos para ahorrar agua y facilitar el acuerdo del regadío español al nuevo ciclo de planificación».