La diputada de la CUP en el Parlament Maria Sirvent ha urgido este jueves al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a concretar qué plan tiene para afrontar su posible inhabilitación, después de que haya descartado convocar elecciones: «¿Por qué se aleja la fecha de las elecciones? ¿Con qué motivo? ¿Para plantar cara al Estado? ¿Con qué estrategia? ¿Este Govern tiene algún objetivo político concreto? ¿Hay alguna propuesta por parte de JxCat?».
En declaraciones a los medios, ha reclamado que Torra y JxCat planteen «una estrategia, un plan, una propuesta, un trabajo conjunto y no posiciones y lemas partidarios y partidistas».
Sirvent ha afirmado que «unas elecciones no son la solución, pero tampoco es la solución alargar un Govern sin un objetivo político claro», y ha insistido en que cree que el Ejecutivo catalán no tiene un proyecto gubernamental y por eso reclama elecciones.
Tras expresar su solidaridad con Torra, ha vuelto a defender la necesidad de buscar una «respuesta amplia y unitaria para hacer frente a la ofensiva represiva del Estado» que cree que supondría la inhabilitación del presidente.
Asimismo, ha dicho que, si el plan de Torra es «plantar cara a la ofensiva del Estado, hacerlo manteniendo la Presidencia hasta las últimas consecuencias«, hace falta una estrategia para hacerlo posible.
«Se debe organizar», y ha añadido que esto debe ir acompañado de un objetivo político por parte del Govern para atender las necesidades de la ciudadanía, y ha apuntado que esto es incompatible con las cargas policiales que se han producido este mismo jueves en una concentración para evitar un desalojo en barrio del Carmel de Barcelona.
La diputada ‘cupaire’ ha vuelto a recriminar a JxCat y ERC que no hayan puesto ninguna propuesta encima de la mesa, a diferencia de la CUP, que ha planteado la ‘vía Venturós’, que pasaría por pactar la fecha de unas elecciones y, si la inhabilitación llega antes de esa fecha, Torra ejercería las funciones institucionales y representativas de la Presidencia, pero las potestades legales y administrativas recaerían en el presidente en funciones, que sería el vicepresidente, Pere Aragonès.