A estas alturas ya todos conocemos esa sensación. Tras un rato caminando, o al subir escaleras, o haciendo la compra, o en el metro…Nos fatigamos, respiramos hondo y sentimos que no llega aire a los pulmones. La mascarilla agobia y no permite respirar profundamente. Sudamos y el aire que nos entra por la nariz está viciado. Y deseamos con todas nuestras fuerzas poder quitarnos la mascarilla.
Este es sin duda el inconveniente más molesto de las mascarillas. El ahogamiento, la angustia y la sensación de falta de aire son los motivos por los que muchas veces renunciamos a ella o nos la bajamos. Hay algunos trucos y estrategias para evitar esta situación.
7¿Cómo evitar que se empañen las gafas?
Llevar mascarilla y gafas al mismo tiempo puede ser muy engorroso. Las gafas se te empañan, lo cual hace que te agobies más, respires más rápido y, por tanto, te cueste coger aire y empieces a sentir ansiedad. Un círculo vicioso que más vale cortar por lo sano.
Cuando salgas a la calle, entonces, además de la mascarilla, la mascarilla de repuesto y el gel hidroalcohólico, deberás llevar material para evitar el empañamiento de las gafas. Te pueden servir las toallitas limpiagafas con efecto antivaho.
Otra alternativa puede ser doblar a pico un pañuelo de papel y colocarlo bajo la mascarilla, en la zona metálica. De este modo evitarás que el aire que exhalas suba a tus gafas las empañe y se incremente así tu ansiedad.