La nostalgia siempre nos hace recordar algunas de las cosas de nuestra infancia con una sonrisa. Espinete era un erizo rosa al que todos queríamos achuchar, al fin y al cabo era un niño como nosotros y, a la vez, un enorme peluche que medía 1,80. Espinete no tenía familia pero le quería todo el mundo, Chema el panadero, Ana, los niños y, sobre todo, el viajero Don Pimpón. A ninguno de nosotros se nos ocurría pensar que había una persona de carne y hueso bajo su piel, era la actriz Chelo Vivares.
1La Bruja Avería
Los que fuimos niños en los 80, somos personas diferentes. Ya sé que todas las generaciones dicen lo mismo, y que todas tienen parte de razón. Pero en los 80, este país estaba forjando algo nuevo, la libertad estaba tomando forma. Y los medios de comunicación, especialmente la televisión experimentaban con formatos y conceptos nuevos. Acaso alguien se imagina que hoy en día se podría emitir en horario infantil un programa como La Bola de Cristal. La Bruja Avería no daba miedo, a pesar de hacer explotar las cosas, era una transgresora que nos enseñaba a cuestionarnos el mundo con frases como “¡Viva el mal! ¡Viva el capital!”.
Una joven Alaska nos invitaba a no reírnos de la Bruja Avería bajo pena de sufrir múltiples averías. Y es que esta bruja sabía mucho de economía y de la historia del momento, ella misma lo decía en uno de sus monólogos: “Por Plumbicón, Rotor y Zotal, el capital a veces se las hace pasar mal. ¡Es natural! Es como detener un volcán… ¡Subiré el precio del pan! ¡Viva la economía! ¡Viva la guerra fría!”