Al menos uno de cada tres adolescentes (35,5%) conoce algún caso de acoso entre sus compañeros de clase, según las conclusiones del informe ‘La opinión de los estudiantes’, realizado a partir de la información aportada por más de 12.000 alumnos y profesores de 307 centros escolares que han participado en los programas de prevención del acoso escolar de la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR, autores del estudio.
Según la opinión del alumnado recogida en este informe, los chicos y chicas tienen claro que para detener el acoso hay que unirse y decirle al agresor que pare (79,2%) o decírselo a un profesor o adulto (77,8%). Estas son las dos opciones más habituales y valoradas, que han crecido en este nuevo estudio como opciones reconocidas por el alumnado para frenar el acoso escolar con respecto al informe anterior.
El informe ‘La opinión de los estudiantes’, de las fundaciones ANAR y Mutua Madrileña, está basado en el análisis de las encuestas realizadas al término de las sesiones de sensibilización y prevención del acoso escolar en 307 colegios, y pertenecen a 12.388 encuestas validadas realizadas a alumnos y alumnas de 6º de primaria, 1º de la ESO y 2º de la ESO pertenecientes a centros escolares públicos y concertados del centro peninsular, así como a 387 profesores de los mismos colegios e institutos en los años 2018 y 2019.
El informe deja también otros datos como que los adolescentes españoles están cada vez más concienciados frente al acoso escolar y la práctica totalidad (95,1%) lo reconoce como forma de maltrato. El trabajo sociológico indaga, además, en distintos aspectos del acoso escolar, entre ellos el tipo de agresión más habitual, que serían los insultos y motes (79,8%), seguidos de empujones, collejas y escupitajos (38,8%) o golpes y patadas (29,5%).
Según la percepción de los compañeros, los principales motivos para la agresión serían la forma de ser de la víctima (55,3%), su aspecto físico (49,8%) y las cosas que hace o dice (48,5%). El alumnado considera que el acoso escolar perjudica principalmente a los jóvenes agredidos (55,1%), pero además de esta apreciación lógica, hay un elevado número de alumnos que también afirma que perjudica a todo el grupo (44,2%).
En cuanto a los profesores, consideran que los agresores suelen caracterizarse por un sentimiento de superioridad, una gran carga de complejos y un carácter violento.
Tres cuartas partes de los profesores consideran que el centro escolar interviene de forma adecuada en el acoso, especialmente si existe un protocolo de actuación y si hay información y sensibilización. Y cuando no lo hacen, los principales motivos por los que los profesores creen que no se interviene adecuadamente son la falta de tiempo, medios o apoyo y la falta de formación del profesorado para hacerlo.
Los profesores consideran, además, que los padres y madres pueden contribuir a reducir el acoso dialogando y mostrando interés por los hijos/as (54,3%), así como inculcando valores de respeto y empatía (43,1%). Tutorías, diálogo y talleres de concienciación son las formas de intervención que destacan los docentes para atajar este problema.