Torra rehúye afrontar el futuro tras su hipotética inhabilitación

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha defendido este miércoles que su prioridad es la gestión de la pandemia de coronavirus, no ha abordado qué debe hacer el Govern ni el Parlament tras su eventual inhabilitación y se ha puesto «al servicio del país hasta las últimas consecuencias».

Durante el Debate de Política General (DPG), y un día antes de acudir al Tribunal Supremo donde se celebra la vista sobre su inhabilitación, ha dedicado el final de su intervención a lo que ha denominado «el círculo perfecto de la represión».

«La legislatura comenzaba con el Gobierno de Mariano Rajoy impidiendo el nombramiento de un presidente (Carles Puigdemont) y puede acabar con la destitución de otro, con el Govern del presidente Sánchez y el vicepresidente Iglesias. Empezamos de una determinada manera y podemos acabar exactamente igual», ha lamentado.

Su intervención ha supuesto una repaso y una reivindicación a la obra de su Govern, que remodeló hace dos semanas para afianzarlo en el futuro, pese a que sus socios de Govern –ERC– y quien sumó sus votos a su investidura –la CUP– le han pedido un plan en caso de ser inhabilitado, que incluya la posibilidad de fijar una fecha electoral, una potestad que la Presidencia de la Generalitat perdería en caso de inhabilitación.

Sin embargo, Torra no ha entrado en las consecuencias de su posible inhabilitación sino en sus causas: «Mañana tengo que ir a Madrid porque hay un Estado instalado en la venganza que me quiere inhabilitar por haber defendido la libertad de expresión.

«Por una pancarta que no decía ‘todo irá bien’, sino que reivindicaba la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados», ha explicado sobre su causa por un delito de desobediencia por no haber descolgado en el plazo indicado por los tribunales una pancarta sobre los presos del 1-O que colgaba del balcón de la Generalitat durante la campaña electoral.

Sobre el futuro del Ejecutivo catalán, ha insistido en que la pandemia les ha llevado a una «mejor coordinación del Govern», ha destacado el delicado momento que supone el inicio del curso escolar, y ha dicho que no quiere dedicar su empeño a otra cosa que no sea evitar una segunda ola de Covid-19.

«FALSAS PROPUESTAS DE DIÁLOGO»

El presidente ha insistido en que el hecho de que su discurso se haya centrado en los trabajos de su Ejecutivo para superar la pandemia y ha reprochado: «Aquí se ve quién tiene unas prioridades y quién tiene otras».

«Podría haber hablado de muchas más cosas. De falsas propuestas de diálogo. De las trampas de la represión. De la persecución que vive una mayoría de la población por el hecho de defender un proyecto político determinado (…) Pero no. Les he hablado de la tarea de este Govern, de la que querría hacer y de los proyectos de país en marcha», ha zanjado.

Ha insistido en que pese a la situación de inestabilidad generada por la pandemia a todos los niveles, el jueves acude al Tribunal Supremo donde se producirá la vista para ratificar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que pide su inhabilitación.

Estos días veremos quién se preocupa realmente por las cosas que interesan a la gente y quién pone toda la maquinaria de un Estado al servicio de la sed de venganza. Y como les he dicho, mi compromiso es y será siempre servir a mi país hasta las últimas consecuencias y hasta el último minuto de mi presidencia», ha concluido.