Talgo ha presentado este miércoles su sistema de propulsión de vehículos ferroviarios basado en hidrógeno, una alternativa verde, innovadora y eficiente para sustituir las locomotoras de diésel.
Este proyecto se ha presentado este miércoles en Don Benito, Badajoz, en el marco de las Primeras Jornadas del Hidrógeno como vector de desarrollo socioeconómico del Sudoeste Ibérico (SOI H2).
El evento, que se celebra de forma presencial y también virtual, cuenta con la presencia de Emilio García, director de Innovación de Talgo.
Este sistema se configura como una solución modular que permite su instalación en todo tipo de trenes, pero se ha diseñado específicamente para la plataforma Vittal de Cercanías y Media Distancia, con la que Talgo concurre a diversos procesos de licitación en España y otros países. Las primeras pruebas de validación en vía se harán en el cuarto trimestre de 2021.
Este innovador sistema utiliza pilas de hidrógeno que aportan la energía a los motores eléctricos del tren. Se alimenta de fuentes de energía renovable, como la solar fotovoltaica o la eólica, que producen hidrógeno que se almacena y, posteriormente, se utiliza para alimentar los sistemas de propulsión avanzados basados en pilas de combustible, como el diseñado por Talgo.
El sistema se complementa con baterías que incrementan la aceleración disponible en los arranques, aprovechando las frenadas del tren para recargarse.
A diferencia de los sistemas de baterías extendidos en automoción, la tecnología de hidrógeno (H2) se presenta como la respuesta lógica a las necesidades de transporte pesado y, en particular, de aquellas líneas ferroviarias que no cuentan con sistemas de electrificación mediante catenaria, y que, a día de hoy, dependen de trenes propulsados por motores diésel.
El sistema de hidrógeno diseñado por Talgo permite así ‘electrificar’ las líneas de la red convencional sin necesidad de costosas y prolongadas obras de adaptación, prescindiendo de combustibles fósiles.
El fabricante de trenes de alta velocidad líder en España ha seleccionado Extremadura como parte de una estrategia más amplia que reconoce los esfuerzos de la sociedad civil, empresarial y las administraciones públicas regionales para innovar y acelerar una transición a redes de transporte completamente descarbonizadas.
La elección de Extremadura tiene que ver no sólo con el tipo de infraestructura existente, sino también con el hecho de que es una de las comunidades autónomas que han mostrado una apuesta más decidida por la generación y regeneración de cadenas industriales basadas en la producción local de hidrógeno.