2A este reborn no le falta detalle
Con este caso sucede algo muy parecido al anterior. El bebé reborn está tan bien hecho que seguro que si vieses la foto deprisa y sin pararte a ver los detalles pasarías por alto que no tienes ante ti la imagen de un bebé real.
Lo cierto es que a esta muñeca no le falta ni un solo detalle. Está claro que los reborn, desde que nacieron en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, han ido ganando complejidad a la hora de su fabricación, y muchos de ellos ya podrían ‘colar’ por un bebé normal.