Adicae ha afirmado que valorará positivamente la fusión entre CaixaBank y Bankia, e incluso defenderá el voto favorable en las juntas generales de accionistas, si el acuerdo contempla la protección de los consumidores con compromisos como el respeto absoluto a las condiciones contractuales de los clientes.
De este modo, la asociación, que representa a socios clientes y a pequeños ahorradores accionistas de las antiguas cajas de ahorros integradas, apoyará la fusión «siempre y cuando los intereses de los clientes se vean reflejados netamente en el que va a ser sin duda el primer gran banco español».
Así, algunas de las especificaciones que reclama son el respeto absoluto, como está determinado jurídicamente en la legislación de fusiones y de protección de los consumidores, a los derechos y condiciones contractuales de toda la clientela.
Igualmente, pide que la nueva entidad nazca saneada de los «graves problemas que arrastran tanto Bankia como Caixabank, con una parte importante de su clientela afectada por los conocidos temas de cláusula suelo, IRPH, gastos hipotecarios, tarjetas revolving, e incluso en algún caso de las preferentes».
En este sentido, pide que se comprometa a arbitrar soluciones extrajudiciales que satisfagan y reconcilien a los clientes con la nueva entidad, restaurando la confianza de la clientela, que actualmente está «profundamente deteriorada».
Además, respecto a los pequeños ahorradores-accionistas (570.000 en el caso de Caixabank y 173.000 en el caso de Bankia) y los futuros que aglutinará la nueva entidad, señala que deberán ver respetados sus legítimos derechos en la ecuación de canje sin supeditarse al de los grandes accionistas actuales y tengan garantizado a la vez el funcionamiento transparente y participativo.
A su vez, Adicae cree que la nueva entidad debería respetar a las fundaciones sociales de todas las cajas integradas, implementando algún sistema de financiación que permita la supervivencia de estas instituciones de dedicadas a la obra social.
Para la asociación, los movimientos en el sector bancario «son una ocasión para que se revise la figura de las fundaciones bancarias resultantes de la conversión de las cajas de ahorros en bancos, reforzando la perspectiva social y la participación de los consumidores y la sociedad civil en las mismas».
Finalmente, solicita al Gobierno, y en particular al Ministerio de Asuntos Económicos que dirige Nadia Calviño, así como al Banco de España, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y especialmente a la Comisión Nacional de los Mercados y la competencia (CNMC), que garanticen plenamente los derechos y los intereses de los consumidores en esta fusión.
