Eva González y Cayetano Rivera están atravesando por un gran momento en su matrimonio. Y es que, lejos de afectarles las nuevas declaraciones de Karelys Rodríguez dando detalles de su supuesta relación con el torero, la pareja se muestra más unida que nunca, demostrando que la reaparición de la canaria no les afecta lo más mínimo.
En esta ocasión, hemos podido ver al atractivo matrimonio durante una ajetreada jornada de recados por Sevilla, donde están pasando unos días de descanso en familia. Sin la compañía de su hijo Cayetano, la presentadora de «La Voz» y el hijo de Paquirri han presumido de complicidad intercambiando miradas y sonrisas que se adivinaban pese a que ninguno se quitó en momento la mascarilla quirúrgica contra el Covid.
Con atuendo informal y resignados ante la presencia de las cámaras – aunque Eva no pudo evitar que se le escapase un «qué pesaditos sois, de verdad» – el matrimonio se acercó hasta una tienda de Porcelanosa, quien sabe si para asesorarse para la reforma del palacete que habrían adquirido durante el confinamiento en una de las mejores zonas de Sevilla.
Después, llegaba el turno de acercarse a una papelería para comprar material escolar para el inicio del curso del pequeño Cayetano, de dos años y medio. Eva, avergonzada, se quejaba de la «escandalera que estáis montando chiquillo». Y es que, muy a su pesar, es una pareja que despierta gran expectación con cada paso que da. Antes de emprender el regreso a casa para disfrutar de una comida en familia, el diestro era el encargado de entrar en el supermercado a comprar el pan. Eso sí, de Karelys ni palabra.