El Gobierno de España ha condenado este martes la ejecución en Irán del luchador Navid Afkari, de 27 años, y ha pedido a este país «reducir el uso de la pena de muerte con vistas a su abolición, como han hecho tantos otros países de la comunidad internacional».
Es más, España ha ofrecido su ayuda y su membresía de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte «para asistir a las autoridades iraníes a reforzar la dignidad humana reduciendo y combatiendo la pena de muerte, todo ello con respeto a su soberanía».
Afkari, deportista que había representado a su país en muchas competiciones deportivas, fue condenado a muerte acusado de asesinato. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Coopereación ha señalado que «España es contraria a la pena de muerte en todas las circunstancias».
En este caso, además, «al hecho de su ejecución se une que muchas personalidades y organizaciones internacionales habían pedido al Gobierno iraní clemencia».
Ahora, el Gobierno español espera que la reacción de rechazo suscitada por la ejecución de Navid Afkari «refuerce la política iniciada por las autoridades iraníes en 2018, cuando una reforma de las leyes que castigan el tráfico de drogas redujo drásticamente el número de ejecuciones».
La ejecución de Afkari, que tuvo lugar el pasado sábado, ya motivó este lunes una condena de la UE y de su presidencia de turno, el Gobierno alemán. Irán, a su vez, protestó ante Alemania por lo que consideró una injerencia en sus asuntos internos. El ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Javad Zarif, tenía prevista una gira por varios países europeos, entre ellos España, que canceló durante el fin de semana.