Aunque a día de hoy toda la carne y todo el pescado que compramos, parece que son seguros, no es así. Algunas veces portan en su interior ciertos parásitos como los anisakis que nos pueden afectar mucho. Sobre todo, la carne de caza sin haber pasado por una revisión veterinaria y el pescado crudo sin congelar pueden llegar a ser muy peligrosos.
De hecho, durante el año pasado, un grupo de cazadores decidió hacer embutido de la carne de 5 jabalíes que habían capturado durante una salida. Por supuesto que esto lo realizaron sin ningún tipo de inspección veterinaria. Estos animales tenían un parásito llamado triquina que afectó tanto a los cazadores como a sus familias, ya que repartieron el embutido y provocaron 13 casos de triquinosis.
2Síntomas de la triquinosis
La reproducción de la triquinosis hace que las larvas entren en el sistema circulatorio y alcancen los músculos, allí generarán quistes para que otro animal las vuelva a consumir. Si no la cocinamos, el quiste permanecerá vivo y se descompondrá con los jugos gástricos que darán paso a la larva.
Tras comer la carne empezaremos a tener fiebre, vómitos, diarreas, dolor muscular y articular y sangre bajo las uñas y en los ojos. Puede ser mortal si no se trata a tiempo. Es obligatorio que tras una cacería un veterinario inspeccione las piezas para ver si están infectadas. Por suerte, la triquinosis es una enfermedad muy fácil de detectar, pero también muy común entre la carne que consumimos día a día.