La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares ha celebrado este lunes un juicio contra un joven acusado de violar a una menor de edad -con la que posteriormente inició una relación-. La Fiscalía pide para él 13 años de prisión.
Durante el interrogatorio, el joven ha mantenido que las relaciones sexuales entre ambos fueron siempre consentidas. Él tenía 18 años y ella aún era menor en el momento de los hechos.
La menor denunció que el joven la había agredido sexualmente en una zona apartada de un campo de fútbol de una localidad de la Part Forana. «Empezó a quitarme los pantalones, yo me los subía, y él decía que me dejara llevar, que no pasara nada», ha relatado durante el juicio, donde ha declarado separada por un biombo del presunto agresor.
La chica ha afirmado que en aquel episodio en el campo de fútbol el joven la penetró, y que ella se quejaba y le golpeó para apartarlo. «Se empezó a reír de mí, diciendo que si me dolía que no pasaba nada. Yo estaba chillando que parara», ha contado. La joven ha declarado que cuando ocurrió esto, él -que había cumplido los 18 hacía pocos meses- ya sabía que ella era menor de edad.
En aquel momento el acusado tenía una relación con otra chica, con la que luego rompió, y después comenzó a salir con la víctima. La chica ha contado que accedió a salir con él porque el chico le «gustaba».
La menor ha sostenido que el acusado la maltrató durante la relación, que la controlaba y que la forzaba a mantener relaciones en su casa, prácticamente una vez por semana. «Los jueves me ponía un horario porque no estaban sus padres en casa y tenía que ir. Si llegaba su padre me tenía que quedar en el balcón, estuviera como estuviera», ha contado.
La chica ha sostenido que «nada más entrar en la casa» el joven ya la «cogía» para mantener relaciones. «Llegó un momento en el que me sentía como una muñeca y me daba igual», ha declarado la chica, que presentó la denuncia ante la Policía Local acompañada por su madre.
Por su parte, el acusado ha defendido su inocencia asegurando que las relaciones fueron «siempre» voluntarias. El joven ha declarado que la primera vez que tuvieron un encuentro sexual fue en uno de los baños del campo de fútbol.
El joven ha reconocido que tuvieron algunas discusiones -«lo normal», ha dicho-, pero ha negado haber dado una bofetada a la víctima o haber controlado sus redes sociales. El acusado ha declarado que él no es «celoso» y ha rechazado que le echase en cara a su novia que saliera con otros amigos.
No obstante, en otro punto del interrogatorio ha declarado: «Como ella tenía muchos amigos en Instagram que le comentaban, yo me enfadaba, pero no con ella, como me gustaba la chica lo arreglábamos al momento».
Asimismo, ha reconocido haber subido una publicación en redes sociales insultando a la víctima en tono amenazante. «Fue un enfado de ese momento», ha apuntado.
La relación duró unos cinco meses y fue ella quien le puso fin. La chica bloqueó a su exnovio en Whatsapp y posteriormente bloqueó sus llamadas.