El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha insistido este lunes en la necesidad de ofrecer, a medio plazo, incentivos para prolongar la vida laboral más allá de la edad legal de jubilación, y ha subrayado que, con perspectiva, no comparte el diagnóstico de que esto entorpecería la incorporación de jóvenes al mercado laboral.
Escrivá, en declaraciones a La Sexta, respondía así al ser preguntado por la opinión de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien esta misma mañana ha señalado en TVE que incentivar la vida laboral después de la edad legal de retiro «no es el camino correcto» porque entorpecería el rejuvenecimiento del mercado laboral español, «profundamente envejecido».
El ministro ha señalado que hay que tener en cuenta que lo se está discutiendo en el Pacto de Toledo es un diseño del sistema de pensiones a 35 años vista ante la «avalancha» de jubilaciones que se producirá a partir de 2025 por los ‘baby boomers’ y el envejecimiento de la población.
«Tendremos una caída clara de la población en edad de trabajar, eso es indiscutible. Y en lo que estamos trabajando es, en el medio plazo, en dar incentivos a las personas que quieran trabajar más allá de la edad legal de jubilación», ha apuntado Escrivá.
El ministro ha advertido de que en España «se incentiva poco» seguir trabajando rebasada la edad legal de retiro, máxime si se tiene en cuenta que sólo existen en torno a un 2% o un 3% de incentivos, frente al 6% o el 7% de media de los países del entorno. En este punto, ha subrayado que por cada año que se retrasa la jubilación, el sistema consigue un ahorro importante.
«Visto en la perspectiva de hoy (…), nuestro análisis no valida ese diagnóstico. Hay que mirar largo, estamos hablando de 25 años hacia adelante y ahí de verdad caerán las personas en edad de trabajar», ha señalado sobre las declaraciones de Díaz.
Escrivá ha explicado además que España tiene un sistema de jubilaciones anticipadas «voluntarias» mal diseñado, pues los trabajadores con rentas altas, que son los que más se jubilan de manera temprana, apenas sufren una penalización del 2% por cada año que adelantan su retiro, mientras que los que tienen salarios y bases reguladoras más bajas se ven penalizados con un 8%. «Es un modelo regresivo y como corresponde a un Gobierno progresista, queremos corregir eso, ¿verdad?, se ha preguntado.
Además, el ministro ha dejado claro que el problema que el mayor gasto en pensiones que deberá asumir España cuando se jubilen los ‘baby boomers’, allá por 2025, se verá «difuminado» si se consigue retrasar la edad efectiva de jubilación.