Los Reyes presidirán este próximo viernes 18 de septiembre la inauguración de la temporada 2020/2021 del Teatro Real, con el estreno de la ópera dramática ‘Un Ballo in Maschera’ dirigida por Gianmaria Aliverta, que aborda las luchas del siglo XIX entre el norte y sur en Estados Unidos con la abolición de la esclavitud como protagonista.
«(Esta versión) cuenta con un componente racial muy fuerte que explica la suerte en Estados Unidos de Riccardo, el conde protagonista de la obra, y resalta la situación de la gente de color. Y ya sabemos como están las cosas en ese país actualmente», señaló el día de la presentación de la obra el propio Aliverta, responsable de trasladar la situación al siglo XIX.
El director musical, Nicola Luisotti, explicó que esta obra es el resultado del «sueño» de Verdi, quien rozaba la obsesión por poner en pie una ópera del ‘Rey Lear’ de Shakespeare. No obstante, el tema del magnicidio no estaba bien visto en la época –menos aún en el Teatro de San Carlo de Nápoles, donde solía estrenar–, por lo que fue modificando su proyecto.
Ni siquiera el mover su libreto a un teatro de Roma le salvó de cambios en un texto que hablaba del asesinato del rey Gustavo III de Suecia durante un baile de máscaras. Verdi tuvo que trasladar la corte sueca a Boston y el Rey pasó a ser Riccardo, el conde de Warwick. La obra es una mezcla de temas amorosos y políticos.
«Verdi nunca se habría interesado por un libreto que hablara solo del amor si no hubiera habido detrás un fondo político. Él fue diputado y senador, aunque es verdad que poco implicado en las batallas políticas. Pero las arias de sus óperas sí que fueron la banda sonora del pueblo italiano mucho tiempo», apuntó Aliverta.
El baile de máscaras sirve para enlazar con la actualidad de la crisis sanitaria por el coronavirus. ‘Un ballo in maschera’ supone el regreso de la ópera al Real tras la reapertura de puertas del pasado mes de julio con ‘La traviata’ y su director de escena ha aprovechado para que el reparto tenga mascarillas personalizadas que reproducen las caras de los cantantes.
En las funciones el coro contará con una distancia de 1,5 metros de seguridad, habrá un entreacto de 30 minutos y el aforo máximo será del 65% (en torno a 1.200 butacas), pese a que la ley permite un 75%. «La finalidad de todas estas medidas es que la gente se sienta cómoda», aseguró el director general del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer.