El Papa ha clamado por «una acogida digna» para los inmigrantes al mostrar su solidaridad y cercanía a los refugiados del campo de Moria, en la isla de Lesbos, (Grecia), devastado por un incendio desencadenado la noche del martes.
«En los días pasados varios incendios han destrozado el campo de Moria en la isla de Lesbos, dejando miles de personas, de refugiados, sin ni siquiera un refugio», ha manifestado el Santo Padre tras el rezo del ángelus.
Más de 12.700 personas se han quedado sin siquiera un refugio bajo el que guarecerse después del grave incendio. El Papa viajó a Lesbos en 2016 en compañía del patriarca ortodoxo Bartolomé y ya entonces instó a generar «una acogida digna y humana a los refugiados y a quien busca asilo en Europa.
Ese mismo mensaje ha trasladado este domingo desde el balcón de su estudio privado en el Palacio Apostólico. «Expreso mi solidaridad y cercanía a todas las personas de este dramático incendio», ha añadido.
El pontífice también se ha referido a las protestas que se están produciendo en varias partes del mundo si bien ha instado a los manifestantes «a hacerlo de forma pacífica y sin ceder a la agresividad y a la violencia». Asimismo, ha pedido a las altas esferas de la política que «escuchen la voz de sus ciudadanos y sus justas aspiraciones y siempre respetando los derechos humanos y las libertades civiles».
Durante su catequesis ha reflexionado sobre el perdón –una de las bases fundamentales de la Caridad cristiana– y ha reivindicado su necesidad en la sociedad: «¡Cuánto sufrimiento, cuántas divisiones, cuántas guerras podrían evitarse, si el perdón y la misericordia fueran el estilo de nuestra vida!».
