Las modalidades que nos ofrece el mercado para poder disponer un automóvil cada vez se amplían más. A la posibilidad de comprar un coche propio, nuevo o de segunda mano, se unen el alquiler, el leasing y el renting. Esta última opción cada vez está más de moda. En el 2019, fueron aproximadamente 200.000 los clientes que optaron por el renting, suponiendo el 20,10% de las matriculaciones de automóviles.
A la hora de adquirir un coche podemos pagarlo al contado, financiarlo, lo que supone un incremento de entre un 6,5% y un 9,75% del precio final del vehículo. Adquirirlo mediante leasing qué es un contrato de arrendamiento con una sociedad que compra el coche para cedérnoslo a cambio de del pago de unas cuotas que pueden ser fijas o variables, en función de lo que acordemos, durante un plazo de tiempo que suele coincidir con la vida útil del coche. Y luego está el renting que será en lo que nos centraremos en este artículo
4Cuáles son los principales inconvenientes de contratar un coche de renting
Quizás el principal inconveniente de esta modalidad, es que el coche nunca es tuyo, siempre pertenece a la compañía con la que has firmado el contrato. Además, no podrás cancelar el contrato, estarás obligado a cumplirlo hasta el final del tiempo que hayas acordado o en su defecto a pagar una penalización por cancelación anticipada. Tampoco podrás hacer modificaciones en el coche sin pedir permiso a la compañía y, si decides hacerlas y está te da el visto bueno, los gastos correrán de tu parte.
Además, las reparaciones y las revisiones tendrás que hacerlas en los talleres concertados que la compañía te indique. Si al final del año has sobrepasado el número de kilómetros que tenías acordado por contrato, tendrás que pagar una penalización. Aunque también es cierto que si no llegas a hacerlos todos tendrás una compensación.
