El Sindicato de Estudiantes ha convocado huelga en toda España los días 16, 17 y 18 de septiembre en protesta por las condiciones con las que se va a iniciar el próximo curso escolar 2020-2021, marcado por la Covid-19.
El pasado 26 de agosto, la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre, hizo este anuncio ante la puerta de la sede del Ministerio de Educación en Madrid, donde acudió para apoyar una iniciativa que ha recogido más de 230.000 firmas para exigir al departamento que dirige Isabel Celaá una «vuelta segura» de los menores a las aulas españolas.
A su juicio, Celaá se ha pasado «cinco meses de brazos cruzados», mientras familias, docentes y alumnos esperan «desesperados» el inicio de un cursos que será «totalmente caótico». «Lo único que han dicho que es que hay que llevar mascarilla y eso no es ninguna solución a esta situación» y que «el curso podrá ser semipresencial», lamentó Latorre.
Por ello, los convocantes piden a Educación otras medidas que ellos mismos reivindican, como la bajada de ratios en las aulas, la contratación de 165.000 profesores o planes de refuerzo en la limpieza de los colegios. Para el sindicato, sería necesario «un plan unificado» en todo el país y no «repetir el desastre que supusieron las clases online» del confinamiento que «apartaron del sistema a miles de estudiantes».
Precisamente esta semana, la ministra de Educación y Formación Profesional (FP), Isabel Celaá, hizo una valoración «muy positiva» de los primeros días del curso 2020/2021 y argumentó que, a 9 de septiembre, había «incidencias» en 53 centros educativos de un total de 28.600.
En una entrevista concedida a TVE, la titular de la cartera de Educación defendió que las direcciones, los profesionales y los administrativos de los centros educativos han hecho un trabajo «espectacular, con ilusión, profesionalidad y mucha vocación».
«Lo que ha pasado estos días, contábamos con ello y seguiremos contando», aseguró la ministra de Educación, que ha advertido de que «habrá más casos y más incidencias». Así, Celaá puso el acento en que habrá más casos porque «los niños, además de ir al colegio, también tienen una vida social».