Entre el 10 y el 30 por ciento de los pacientes depresivos no responde a los tratamientos y presentan síntomas resistentes, provocando un grave deterioro de la salud física, social e laboral de los pacientes, según ha comentado el jefe de Psiquiatría del Hospital Sant Pau de Barcelona, Enric Álvarez, durante el XXVIII Curso Nacional de Psiquiatría.
No obstante, el experto ha informado de que recientemente se ha aprobado un nuevo medicamento para dar respuesta a esta situación. En concreto, la Agencia Europea de Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha aprobado un nuevo medicamento de administración intranasal cuyo principio activo es la esketamina para el tratamiento de la depresión resistente, bajo la prescripción y seguimiento de un psiquiatra.
«Cada vez más se están perfilando nuevos aspectos. Cada vez tenemos más evidencia de que el tratamiento farmacológico y psicoterápico a la vez es más potente que el tratamiento solo farmacológico o solo psicoterápico. Esto induce, por un lado, en la farmacología a buscar nuevos fármacos que nos ayuden, sobre todo para aquellos pacientes que no responden bien a los tratamientos convencionales o son pacientes recurrentes, y, en segundo caso, a tratar de identificar psicoterapias con evidencia científica sobre su eficacia en el tratamiento de depresión», ha señalado.
En esta línea, el doctor ha asegurado que se está avanzando «mucho» en esas dos líneas de trabajo, tanto en discriminar psicoterapias con evidencia científica detrás, como ir probando fármacos nuevos o, en algún caso, derivados de otros, que ahora se han convertido en nuevas moléculas y se está probando su eficacia en trastornos depresivos.
«Estamos ante la irrupción de nuevos fármacos como los psicodislépticos. En este caso, por ejemplo, la esketamina es el último fármaco que ha aparecido y que se va a usar mucho en aquellos casos de depresión que no responden a los tratamientos convencionales. Las novedad que aporta es que es un fármaco de un perfil farmacológico distinto, con diferente vía de administración, se administra por vía intranasal, con una acción más rápida que los disponibles hasta ahora y que se ha demostrado que podrían reducir las tendencias suicidas y eso sí que es muy importante», ha descrito.
Por otra parte, Álvarez ha aclarado que «la depresión no es estar triste», ni tampoco tener un problema adaptativo o cuando se tiende a ver el vaso medio vacío en vez de medio lleno. «La depresión es una enfermedad que aparece de una forma muchas veces sin poder relacionarla con ningún acontecimiento biográfico ni vital, a veces sí. Es una enfermedad muy grave que cursa con síntomas como la incapacidad total de sentir placer (social, familiar, laboral o sexual). Cualquier cosa que hagamos no se siente satisfacción», ha argumentado.
Por ello, prosigue, la depresión requiere de un tratamiento especializado, dado que provoca una disfunción cognitiva «importante» que impide a la persona llevar a cabo una vida intelectual «normal». «Es una muerte silenciosa. En la depresión hay una intolerancia al estrés. Cualquier cosa es complicada, difícil, imposible de hacer, es como subir el Kilimanjaro y hay una intolerancia al dolor importante», ha zanjado el experto.