El pleno del Ayuntamiento de Ourense, con el apoyo de todos los ediles salvo dos (el propio alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, y el único concejal que hasta ahora le es leal, Armando Ojea), han sacado adelante una moción en la que se reclama la «dimisión inmediata» del regidor, quien se mantiene en que es víctima de «una traición» y en que «no tiene que enseñar las cuentas» de su partido, Democracia Ourensana (D.O.).
Al término de la votación de la moción, impulsada por el BNG y que, además de los nacionalistas, apoyaron también PSOE, PP, BNG, Cs y los ediles de D.O. críticos con Jácome –en total 24 de los 26 concejales presentes en la sesión, en la que se formalizó la renuncia de Mario González–, el propio alcalde ha bromeado con que «menos mal que no es vinculante» o no podría seguir con el orden del día del pleno.
Un pleno tenso marcado por la grave crisis política que vive el Ayuntamiento y en el que se evidenció la soledad de Jácome, quien recibió duras críticas de todos los portavoces de los distintos grupos, que han coincidido en que por el «bien» de Ourense, tras retirar las competencias a sus ediles críticos y la suspensión temporal del pacto de gobierno por parte del PP, debería renunciar.
En él también salió adelante –con idénticos apoyos a la petición de dimisión– otra moción de Cs, que tampoco es vinculante, en la que se pide al gobierno local la creación de una comisión de investigación municipal para «esclarecer la financiación de D.O.».
Asimismo, esta segunda moción insta a Jácome a hacer pública su declaración de bienes y a que renuncie a su dedicación exclusiva.
LLAMADAS AL ORDEN Y ACUSACIONES DE INTENTO DE «BOICOT»
Pero la tensión del pleno se dejó sentir desde los primeros minutos de una sesión que arrancó a las 9,00 horas y en la que, poco después, Jácome llamó al orden a Manuel Álvarez, uno de los cuatro ediles díscolos, por hablar. La misma suerte corrió otra de las ediles díscolas, a la que Jácome advirtió en otro momento: «María, antes, cuando no eras una traidora, estabas calladita, ahora tú y Manolo vociferáis seguido».
También se formalizó la renuncia de Mario González, que dará pie a la entrada de Telmo Ucha (D.O.), que en principio se integrará con Jácome y Ojea en el gobierno local. De hecho, Jácome acusó expresamente al líder de los críticos, Miguel Caride, de promover «un boicot» para tratar de evitar este relevo, llamando a los miembros de los grupos a no acudir a la sesión de este viernes para que no hubiese quórum y no se pudiese celebrar.
Otros dirigentes locales, como el portavoz municipal del PSOE, Rafael Rodríguez Villarino, hicieron alusión a esta supuesta pretensión por parte de los críticos de D.O. y del PP. Los populares se desvincularon del supuesto «boicot», mientras que Caride pidió la palabra por alusiones para proclamar que él no fue «instigador de nada». «Se me planteó visulaizaar una situación, igual que en otras ocasiones otros grupos plantearon no ir al pleno», ha dicho.
Al margen de las dos mociones en su contra que salieron adelante, el regidor aprovechó la sesión para subrayar cuando los críticos y los populares votaron juntos en alguna de las iniciativas (ocurrió, por ejemplo, en una sobre la vuelta a las aulas). «Los cuatro díscolos de D.O. rompieron la disciplina de voto, y están alineando sus votos con el PP en la sesión plenaria. Ya es oficial. Tránsfugas que roban la voluntad de las urnas: Miguel Caride, Manolo Fórum, María Dibuja y Maite Rdez», escribió en su perfil de ‘Twitter’.
Más tarde, en una moción en la que populares y críticos votaron en sentido distinto, apuntó que era «cosa rara». Asimismo, en un punto del pleno hizo un inciso para subrayar cómo se había incrementado la «expectación» ante el pleno municipal en el canal de Youtube del Ayuntamiento, al pasar «de 50 a 250 espectadores».
«HÁGANOS UN FAVOR, SEÑOR JÁCOME, DIMITA»
Los debates más tensos se produjeron en las mociones relativas a la dimisión de Jácome y a la comisión de investigación sobre las cuentas de D.O., con el contexto de la denuncia presentada por los críticos ante la Fiscalía. Luís Seara, del BNG, promotor de la moción que instaba la dimisión del regidor, le ha pedido que «haga un favor» a la ciudad y abandone su cargo.
Le ha lanzado duras críticas y, entre otras cuestiones, ha afirmado que «no distingue lo público de su televisión privada», pero también ha incidido en que Jácome «no es el único problema», sino la «nauseabunda» forma de hacer política que ha ligado con el PP y el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar. «Es necesaria una regeneración total de la institución, empezando por la dimisión del alcalde», ha resumido Seara.
«Hagamos un gobierno proactivo, cambiemos esto. Hagamos un gobierno que pueda sentirse útil, esto es lo que necesita Ourense y para lo que se ofrece el PSOE», ha defendido Rafael Rodríguez Villarino, portavoz del partido más votado en las últimas municipales y quien ha considerado la situación actual como «el fin de un experimento lamentable» con varios cómplices: «Baltar, Feijóo y el agente secreto, que es Caride».
Si PSOE y BNG incidieron en la responsabilidad de los populares por su pacto con Jácome para mantener la Diputación de Ourense, el portavoz de Ciudadanos (Cs), José Araújo, también ha incidido en que el actual regidor «no engañó a nadie» y, bajo su punto de vista, siempre evidenció que D.O. no era «un partido al uso, sino una empresa para adquirir poder». Convencido de que el regidor no dimitirá, ha pedido «responsabilidad» a socialistas y populares para que se acabe «el circo» y Ourense tenga «un futuro con garantías».
Por su parte, el popular Jesús Vázquez ha defendido que su grupo fue «leal» con Jácome y ha vuelto a justificar la suspensión temporal del pacto de gobierno en la ruptura de la confianza. Así, ha lamentado que el regidor recurra «a la teoría de la conspiración» como «cortina de humo» y ha asegurado que, para que la situación pueda cambiar, tiene que «rendir cuentas como piden los ciudadanos y despejar cualquier sombra de duda«.
«ES EL COLMO QUE TE DIGAN ‘DEMUESTRA QUE NO VIOLASTE'»
Jácome se ha defendido, ha cargado contra los «traidores» de su propio grupo y contra el PP, al tiempo que ha apelado a la presunción de inocencia, y ha esgrimido que no tiene que enseñar las cuentas de Democracia Ourensana.
«Ni al PP, ni al BNG, ni a la ciudadanía», ha sentenciado, antes de subrayar que lo que está a debate –tras la denuncia de los críticos en Fiscalía– no son las cuentas del Ayuntamiento (en las que ha asegurado que es precisa la transparencia total con los vecinos de la ciudad), sino las de su partido. «Pero las cuentas de D.O. son cosa del Tribunal de Cuentas y D.O.», ha esgrimido.
«Es el colmo. El PP, el de la Gürtel, el de los sobres en negro, un partido corrupto condenado por un juzgado quiere que le enseñe las cuentas. ¿Pero acaso el PP es un juez?», ha preguntado y ha recordado a los populares que se cerraron en la defensa de Manuel Baltar cuando una mujer le denunció «por forzar relaciones sexuales a cambio de trabajo» sin exigirle que «demostrase que no lo había hecho».
«Es el colmo que te digan ‘demuestra que no violaste a alguien'», ha defendido Jácome, quien se ha declarado «tranquilo» por sus cuentas. De hecho, en el debate sobre la comisión de investigación, se ha mostrado convencido de que sus rivales políticos han «perdido el norte». «No estoy obligado en absoluto y, además, qué le importa a ustedes la financiación de D.O. o del grupo municipal», ha advertido.
Finalmente, ha aludido a los críticos de D.O., a los que ha acusado de no renunciar –siguiendo los pasos de Mario González– para «sostener la trama del PP» y garantizar que Baltar no pierde la Diputación.