El mundo del tenis ha vivido un verdadero calvario en este 2020. Pocos torneos se jugaron desde que comenzó el año, luego todo se frenó por la pandemia del coronavirus y no solo el tenis se paró, el mundo entero lo hizo. Los meses transcurrieron con la incógnita de si se volvería a disputar algún duelo durante esta temporada; pero luego tuvo un fuerte golpe por el nefasto Adria Tour de Novak Djokovic, que supuso el peor acto de inconsciencia en años. Sin embargo, el mundo cogió un respiro y el tenis regresó por todo lo alto en Nueva York con varias figuras, pero el que más a llamado la atención es, sin duda alguna, Pablo Carreño Busta.
Justo en estos momentos el Abierto de Estados Unidos está realizándose de gran forma y a pesar de la ausencia de figuras de la talla de Rafael Nadal o Roger Federer, la expectativa fue creciendo poco a poco, pero ya tiene toda la atención luego de que quedara claro habría un nuevo campeón de un Grand Slam que no formara parte del «Big 3». Uno de los aspirantes al título es precisamente el tenista español que ya está en las semifinales. A pesar de ya no ser una joven promesa, con los años ha ido confirmándose como un tenista de élite y ahora puede alcanzar la gloria.
Pablo Carreño se asomó con peligro en 2016
Nacido en Gijón en 1991, Pablo Carreño hizo bastante ruido en su etapa como jugador junior y poco a poco fue integrándose al circuito de la ATP. Su escalada se dio gradualmente pero dejaba muestra de toda la clase que atesoraba. No obstante, no fue hasta el 2016 cuando realmente causó un buen impacto.
Aunque comenzó resaltando más que todo en sus resultados en dobles, su primer gran logro individual llegaría en agosto de 2016 al vencer en Wistin-Salem (ATP 250) a su compatriota Roberto Bautista para sí conseguir estrenar su palmarés. Ya poco después, en octubre, siguió dulce y en Moscú (ATP 250) pudo derrotar a Fabio Fognini para obtener su segundo título. Con Nadal siempre presente, no cabe duda que el asturiano también tuvo un buen 2016.
Otro título en 2017 y las semifinales de US Open
Para el 2017 se confirmaría como uno de los tenistas más en forma del momento. Pese a algunas irregularidades en los primeros certámenes del año, Pablo Carreño no se dio por vencido y tras perder la final en Rio de Janeiro frente a Dominic Thiem, le llegaría su revancha en mayo en el Estoril Open (ATP 250). En Portugal estuvo increíble y en la final derrotó a Giles Müller para quedarse con el trofeo. Su ascenso fue imparable y en el US Open lo confirmaría.
En el tercer Grand Slam del año, el español sorprendió a propios y extraños al superar fases como si cambiar de ropa interior se tratara. Tras dejar en el camino a gente como Mahut, Shapovalov y Schwartzman su racha se terminó contra Kevin Anderson. Su actuación fue tan soberbia que lo llevó a ser el número 10 del mundo y solo un gran Nadal, que ganó el título, pudo quitarle protagonismo.
Cuarto título y nueva gesta en Estados Unidos
Ya en 2018 la magia se le fue agotando poco a poco y Pablo Carreño fue cayendo en irregularidades impropias de un tenista de su calibre. Luego de una larga pausa, en 2019 volvería a conquistar su cuarto título en septiembre. La final del Chengdú Open (ATP 250) lo enfrentaría ante Aleksander Bublik y tras una dura la lucha logró imponerse. Con ese título pensaba volver a la senda de las victorias para este 2020; no obstante, la pandemia dejó su pausado su intento hasta ahora.
Todo se ha dado a pedir de boca en este US Open. Pese a sufrir ante Uchiyama en su primer duelo del torneo, en los siguiente ha ido tumbando a sus contrincantes con mucha facilidad. Si bien la descalificación de Djokovic le permitió pasar, no se debe olvidar que el español se había quedado con el primer parcial; y ante Shapovalov dio prueba de toda su clase. Después de cinco sets extenuantes, Pablo Carreño pudo vencer para avanzar a semifinales.
Con su estilo de juego defensivo y de posición, concentrándose en jugar bien los puntos desde el fondo de la pista para extender el punto y definir con un golpe definitivo, el asturiano espera poder controlar a un Alexander Zverev que va con todo. El trono de Nadal esta muy cerca y Carreño quiere ser el que se coloque en lo más alto de un US Open muy parejo.