Kate Winslet se arrepiente de haber trabajado con los directores Woody Allen y Roman Polanski, ambos acusados de abuso sexual a menores en el pasado. A las órdenes del primero rodó ‘Wonder Wheel’ (2017) y con el segundo ‘Un dios salvaje’ (2011), trabajo con el que estuvo nominada a un Globo de Oro y ganó un Premio del Cine Europeo.
«¿Qué coño estaba haciendo trabajando con Woody Allen y Roman Polanski?», se ha preguntado la ganadora del Oscar a la mejor actriz por ‘El lector’ en una entrevista concedida a Vanity Fair en la que califica de «increíble» cómo ambos directores «eran tenidos en tan alta estima en la industria del cine durante tanto tiempo».
«Es jodidamente vergonzoso. Y tengo que responsabilizarme por el hecho de que trabajé con ambos. No puedo retroceder en el tiempo. Tengo que lidiar con esos remordimientos, pero ¿qué tenemos si no somos capaces de ser jodidamente sinceros sobre todo eso?», señala Winslet.
Allen ha sido acusado de abusos sexuales por su hija adoptiva Dylan Farrow, que asegura que el cineasta la agredió sexualmente cuando era menor de dad. Unas acusaciones que Dylan reiteró recientemente con motivo de la publicación de las memorias de Allen que ha negado siempre los hechos.
La denuncia contra el director fue realizada por primera vez en 1992 por Mia Farrow, Su entonces pareja con la que ya había iniciado un tenso proceso de separación. La consiguiente investigación, que duró 14 meses, desestimó la acusación al no poder encontrar ninguna prueba concluyente de dichas agresiones.
En 2014 Dylan reiteró las acusaciones formuladas por su madre más de dos décadas después y, en una carta abierta, relató con detalle los abusos que presuntamente sufrió por parte de su padre adoptivo durante su infancia. Un relato que volvió a hacer público en 2018, cuando, tras destaparse los casos de abusos sexuales de Harvey Weinstein y otros miembros de la industria cinematográfica, estallaron los movimientos Time’s Up y #MeToo.
Por su parte, Polanski fue arrestado y condenado por manterner relaciones sexuales con una menor en 1977, hechos de los que se declaró culpable para después abandonar Estados Unidos en 1978 y evitar así cumplir condena. Desde 2010, cuatro mujeres más han acusado a Polanski de abusar sexualmente de ellas mientras eran menores de edad, la última fue la actriz francesa Valentine Monnier que acusó a Polanski violarla en chalet de Gstaad (Suiza) en 1975.