La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) ha completado los vuelos de prueba del Boeing 737 MAX, que fueron realizados en Canadá debido a las restricciones por el coronavirus, y tras lo que procederá a analizar los datos para evaluar el retorno del modelo al servicio.
Esta información recopilada será presentada en la junta de evaluación de operaciones conjuntas (JOEB, por sus siglas en inglés), que está programada para la próxima semana en Londres, según ha informado la agencia en un comunicado, coordinada por los operadores de Europa, Estados Unidos, Canadá y Brasil.
La EASA ha estado trabajando de manera conjunta con la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) para que el modelo pudiera volver a operar cuando estuvieran «convencidos de que es totalmente seguro».
Los aviones 737 MAX permanecen en tierra desde marzo de 2019, cuando tuvo lugar en Etiopía el segundo de los dos accidentes que se cobraron la vida de 346 personas. En ambos se identificó un fallo de seguridad común y provocó que los reguladores de aviación de todo el mundo prohibieran a las aerolíneas operar con este modelo.
Además de ante la EASA, el avión ha estado sometiéndose a pruebas ante la FAA y la autoridad canadiense. Ninguna de estas autoridades ha establecido una fecha exacta para certificar que estos aviones puedan volver a volar.
El fabricante estadounidense, por su parte, ha lanzado sucesivas previsiones del retorno al servicio desde que se produjera el accidente, teniendo que posponerlas cada vez que no se alcanzaba el plazo. A principios de este año esperaba poder volver a poner en uso los aviones a mitad de 2020, un hecho que se ha retrasado, en gran medida, a causa de la pandemia de coronavirus.
La paralización de los MAX, el modelo «más vendido de la historia», ha significado una de las mayores crisis para el fabricante aeronáutico, que ha visto reducido su valor en Bolsa hasta un 50%. La compañía ha recibido cientos de cancelaciones de pedidos de este modelo desde 2019, aunque registró el primer pedido de este año el pasado mes, con tres aviones encargados por un cliente no revelado.
Además, antes de que la pandemia provocara la práctica paralización del tráfico aéreo, suponía uno de los grandes problemas para las aerolíneas que disponían del modelo en sus flotas o habían realizado pedidos, ya que había provocado un notable descenso en su oferta.