Desde que Adara Molinero llegó a la televisión en Gran Hermano 17, ha estado en el punto de mira pro sus relaciones. Cuando parecía que todo le iba bien en Palma de Mallorca formando su familia, el regreso a la televisión acabó con toda la fachada que habían construido en las redes sociales, y apareció la verdad.
Esa vida tan de cuento que supuestamente tenía en la isla, era una gran mentira que le estaba apagando por momento. Un soplo de aire fresco llegó a su vida, pero tampoco le fue nada bien. Está claro que las relaciones no son nada fáciles, pero a Adara Molinero le ha ido demasiado mal.
2Su amor en Guadalix de la Sierra
Es matemático, en toda edición de Gran Hermano tiene que crearse al menos una pareja amorosa. Y estas suelen ser realmente polémicas, ya que desde el principio de la relación, están obligados a vivir las 24 horas del día juntos. Y claro, si esto desgasta fuera, imagina encerrado entre cuatro paredes y problemas por casi todo.
En un principio, Adara Molinero mostró bastante interés por Rodri Fuertes, aunque alguien llegó antes a su corazón, el boxeador Pol Badía. Con este tuvo una relación que al principio, como todas, parecía un cuento de hadas, pero pronto llegaron los problemas. Otro de los concursantes tenía constantes acercamientos a Pol, y esto por supuesto, no le gustó nada a la madrileña. Gritos y llantos, así fue como terminó Adara en Gh27. Eso sí, al finalizar el programa, la pareja siguió unida, aunque no por mucho tiempo.