El tenista español Pablo Carreño buscará este viernes clasificarse para la primera final de su carrera en un ‘Grand Slam’, el US Open, ante el alemán Alexander Zverev, número siete del mundo y señalado como el favorito.
El asturiano está volviendo a brillar en Nueva York, donde ya en 2017 estuvo a un paso de pelear por el título, cayendo en esta misma ronda ante el sudafricano Kevin Anderson, que se impuso entonces en cuatro mangas por 4-6, 7-5, 6-4, 6-3. Ahora, tratará de aprovechar esa experiencia ante un rival que también está ante una gran oportunidad por fin de confirmar las expectativas que hay ya hace tiempo sobre él.
Carreño es el jugador de ranking más bajo de los cuatro semifinalistas, el vigésimo, y buscará ser el quinto español en pelear por el título en Flushing Meadows tras Manolo Santana, Manolo Orantes, Juan Carlos Ferrero y Rafa Nadal. De hecho, en esta década, el de Manacor ha acaparado casi todas las finales de ‘Grand Slam’ con protagonismo nacional, y el otro tenista que lo logró fue David Ferrer, en Roland Garros 2013.
Se da la circunstancia de que el de Jávea es ahora precisamente el entrenador de su rival, que ha mejorado sus resultados en este extraño 2020 y que está de nuevo a las puertas de una final de ‘Grand Slam’ tras pugnar en enero por la del Abierto de Australia, de la que le apeó el austriaco Dominic Thiem.
Ambos tenistas sólo se han visto las caras una vez en el circuito, también en unas semifinales, las del Masters 1.000 de Miami, con triunfo en dos mangas por 7-6, 6-2, para el de Hamburgo, señalado como uno de los llamados a liderar el relevo generacional.
Zverev, de 23 años, cuenta con un gran saque y una potente derecha, y en este US Open ha tenido que lidiar en casi todos sus anteriores cinco partidos. El alemán sólo ganó por la vía rápida al español Alejandro Davidovic en octavos y viene de un duro partido en cuartos con el croata Borna Coric, decidido en tres horas y media.
Por su parte, Carreño también tendrá que dejar atrás el cansancio de su ‘batalla’ de cuartos ante el canadiense Denis Shapovalov, donde la parte de baja de su espalda se resintió. El asturiano intentará demostrar que su presencia no es casualidad ni fruto de la descalificación de Novak Djokovic en su duelo de octavos.