Oncólogos españoles y americanos han destacado, durante el simposio virtual ‘1st ECO Cancer Immunotherapy Breakthrough’, organizado por la Fundación Excelencia y Calidad de la Oncología (ECO), la necesidad de incorporar los biomarcadores en la práctica clínica, para mejorar el pronóstico de los pacientes.
El simposio ha sido coordinado por el miembro de la Comisión Científica de la Fundación ECO y jefe del departamento de Oncología del Hospital Fundación Jiménez Díaz, Jesús García-Foncillas; y, desde Estados Unidos, por el miembro de la American Society of Clinical Oncology (ASCO), director adjunto del Centro Oncológico de la Universidad de Virginia, jefe de Sección de Oncología Médica y codirector del Instituto Urológico Paul Mellon, Robert Dreicer.
«Uno de los objetivos que perseguimos con este simposio es proporcionar a los clínicos evidencia actualizada sobre la rápida evolución de la inmunoterapia en una variedad de neoplasias malignas, a través de la realidad clínica y la experiencia de los expertos», ha dicho Dreicer.
Durante toda la sesión los expertos han ahondado en nuevos enfoques en cáncer renal, urotelial y de próstata; en la «inmuno-revolución» en cáncer de pulmón; y en el rol de los biomarcadores en la inmunoterapia y los retos que afrontan, entre otros aspectos.
«Es muy importante entender cómo los pacientes pueden beneficiarse de la inmunoterapia y el papel que juegan los biomarcadores en esta ecuación. Estos deben empezar a incorporarse en la práctica clínica, ya que nos permiten precisar cuáles son los pacientes que pueden beneficiarse más de estos tratamientos, que actualmente aumentan la supervivencia global, como no habíamos tenido hasta ahora», ha dicho el doctor García Foncillas.
Por su parte, el presidente de la Fundación ECO, Vicente Guillem, ha resaltado que, actualmente, se ha producido un cambio paradigmático en el abordaje de la Oncología debido a la inmunoterapia. «No tengo ninguna duda de que estamos en el inicio de esta modalidad terapéutica, y que los avances nos llevarán a progresos muy importantes en el tratamiento del cáncer impactando positivamente en la calidad de vida de los pacientes», ha apostillado.
Entre los distintos aspectos tratados durante las diferentes sesiones, los biomarcadores han sido uno de los protagonistas. Estos marcadores biológicos predictivos pueden ayudar a perfilar los pacientes candidatos a un determinado tipo de inmunoterapias.
En este sentido, la miembro de ASCO, Fellow del Dana Farber Cancer Institute/Massachusetts y Assistant Professor en el MD Anderson Cancer Center, Department of Thoracic Oncology and Genomic Medicine, Natalie Vokes, ha explicado durante su intervención la forma en la que el TMB y los perfiles genómicos ayudan a predecir la respuesta a la inmunoterapia por parte de los pacientes.
La carga mutacional tumoral (TMB, por sus siglas en inglés) es el número total de mutaciones (cambios) que se encuentran en el ADN de las células cancerosas. El conocer este aspecto, sirve para planificar el mejor tratamiento, por lo que se emplea como un tipo de marcador biológico 1 .
«Lo que nos muestra el análisis es que la TMB es que se trata de un biomarcador débil, aunque apunta a una biología interesante. En lugar de centrarnos exclusivamente en TMB como un biomarcador, también deberíamos tratar de comprender lo que este nos dice sobre la biología de por qué algunos pacientes responden a los puntos de control inmunológico y otros no», ha detallado Vokes.
Finalmente, la doctora ha destacado la necesidad de usar modelos computacionales para integrar características únicas en modelos predictivos más sofisticados, que probablemente funcionarán mejor como biomarcadores que características únicas como TMB o PD-L1″.