El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, ha asegurado que Renault podría necesitar ir «más lejos de lo esperado» en su plan de ahorro de costes anunciado en mayo, que preveía una disminución de plantilla de casi 15.000 personas en todo el mundo para lograr ahorrar 2.000 millones de euros en los próximos tres años.
En un comunicado interno, De Meo ha indicado que la compañía francesa tendrá que tomar decisiones «a veces difíciles, pero necesarias». Una «revolución» de la empresa a la que ha llamado «Renaulution».
En este documento, recogido por diferentes medios franceses, De Meo ha hecho hincapié en la importancia de dar prioridad a la rentabilidad de la compañía. A su juicio, los nuevos modelos de la firma «no son lo suficientemente rentables».
Para obtener un mayor beneficio, De Meo se centrará en dos medidas: actualizar los vehículos y acelerar el ahorro de costes. Para ello, ha destacado que puede que sea necesario «ir más lejos» de lo esperado inicialmente en su plan de ahorro de costes. «El plan 2022 es una base, no un fin en sí mismo», dice en la carta a sus empleados.
El directivo también pretende ahorrar dinero a través de la revisión de la estrategia de internacionalización del grupo, así como reduciendo la oferta dentro de su gama de productos entorno a un 30%. Además, será necesario revisar los acuerdos con los proveedores.
En la carta, De Meo nombró al Grupo PSA como un modelo a seguir, después de que la compañía pasase por graves problemas financieros y se convirtiese en uno de los fabricantes europeos más rentables.
«A pesar de nuestras desventajas, podemos inspirarnos en su estrategia y seguir el mismo camino, al menos al principio», ha destacado De Meo.