La comisaria de Interior, Ylva Johansson, ha informado este jueves de que prevé viajar la semana próxima a Mauritania acompañada por el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para explorar soluciones al aumento de la presión migratoria en la ruta atlántica y ver «cómo evitar» el tráfico de cayucos hacia Canarias.
«Viajaré con el ministro español la próxima semana a Mauritania para ver cómo podemos evitar estos terribles viajes», ha indicado Johansson, sin dar más detalles sobre la agenda del viaje, en una comparecencia ante la comisión de Justicia e Interior del Parlamento Europeo, al ser interpelada sobre las muertes de migrantes que tratan de alcanzar el archipiélago canario en embarcaciones irregulares.
La comisaria ha explicado que la crisis del coronavirus ha modificado el patrón de la presión migratoria sobre la Unión Europea, de modo que los Estados miembro tradicionalmente destino de movimientos secundarios de migrantes irregulares han recibido «muy pocas» entradas, mientras que los países en primera línea, como Italia, Grecia o España, han sido objeto de una presión «muy superior».
La socialista sueca ha evocado varios ejemplos de mayor presión migratoria entre los que ha nombrado el caso de las Islas Canarias, en donde ha dicho que el incremento de llegadas irregulares ha sido «vertiginoso».
Este drástico aumento del flujo migratorio, ha razonado la comisaria, se debe al impacto de la pandemia que ha «complicado» la situación de muchos países africanos, desde donde parte de la población se ha visto «obligada» a abandonar su país.
En el debate, el presidente de la comisión parlamentaria, el socialista español Juan Fernando López Aguilar, ha insistido a la comisaria sobre la «tragedia» de la ruta atlántica en la que «muchos pierden la vida» intentando llegar en cayucos a Canarias, como puerta de entrada a la UE.