Por qué se te cae más el pelo en septiembre y qué hacer para evitarlo

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  • Cuidar la alimentación es esencial para evitar la caída del pelo
  • También es importante reducir el estrés, utilizar productos específicos y evitar el secador

“En la época de la berenjena, la mujer pierde la melena”. Este conocido refrán popular viene a decir lo que todas ya sabemos: en septiembre, la caída del pelo en septiembre se agudiza, sobre todo en las mujeres. En principio, no hay que alarmarse. Las personas tenemos unos 100.000 pelos en la cabeza y lo normal es perder de 100 a 125 pelos al día. Al cabo del año desaparecen entre 30.000 y 40.000 pelos, lo que representa en torno al 30-40% del cuero cabelludo, aunque se renueva al mismo ritmo. El problema viene cuando, en determinadas épocas, la reposición va más lenta que la caída y pueden surgir algunos problemas, como entradas o una mayor visibilidad del cuero cabelludo, así como una pérdida de grosor.

Pero, ¿a qué es debido?, ¿Cuándo hay que alarmarse y acudir al especialista? Son varios los factores que lo favorecen y, aunque pueda parecer mentira, los abusos del sol y del cloro de la piscina no son los únicos desencadenantes. Te explicamos a qué se debe y cómo mejorar este problema.

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Remedios naturales

Aceite De Almendras

Si lo tuyo es tirar de los secretos de la abuela, tienes que saber que hay bastantes remedios naturales que han pasado de generación en generación para evitar la caída del pelo. El aceite de almendras contiene numerosos nutrientes beneficiosos para el correcto crecimiento del pelo. Por su parte, el aceite esencial de coco ha de aplicarse una vez esté el cabello limpio. Se ha de masajear el cuero cabelludo durante un cuarto de hora, aproximadamente, y lo ideal es dejar que el producto actúe durante un mínimo de 45 minutos para conseguir que afecte positivamente al crecimiento del pelo.

Por otro lado, si picas una cebolla y la dejas macerar en un champú neutro durante cuatro semanas, crea un jabón que hará maravillas en tu pelo. Más todavía si lo combinas con té verde. Para ello, basta con preparar una taza, dejarla enfriar, y utilizarla en la ducha a modo de tónico dos veces por semana.

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