Acusado de matar a su mujer en 2017 defiende su inocencia

David A.M., acusado de violar, matar y asfixiar a su mujer en mayo de 2017 en Collado Villalba, defiende su inocencia y sostiene que cuando llegó a su casa de pasar una mañana en moto con unos amigos se encontró con que alguien había entrado a robar y con el cuerpo sin vida de su mujer, una versión que sustenta en el hallazgo de ADN y huellas no identificadas en los elementos con los que se perpetró el asesinato.

La Audiencia Provincial de Madrid celebra con este juicio su primer jurado popular desde que se iniciara la pandemia del Covid-19. Durante la primera sesión, se ha constituido el tribunal popular que enjuiciará los hechos para pronunciarse sobre la culpabilidad o inocencia del acusado, que se enfrenta a ser condenado a prisión permanente revisable.

A su llegada a la vista, el abogado defensor, Manuel Alonso, ha señalado que su cliente sostiene que no participó en los hechos al mantener que esa mañana salió «como todos los sábados a montar en moto junto a un grupo de amigos», circunstancia corroborada por testigos y las cámaras de seguridad de una gasolinera.

«Cuando entró, se encontró con que habían robado en su casa y habían matado a su mujer», ha relatado el letrado. Esa mañana, habían desaparecido unos 100.000 euros de la vivienda. Al parecer, sus presuntos asesinos sabrían que la pareja tenía dinero en efectivo al tener un taller e irles bien el negocio.

Una de las pruebas de cargo de la Fiscalía es el hallazgo por parte de Policía Científica de la cinta con la que habría amordazado a la víctima «en el interior de una maleta que se encontraba en una de las habitaciones de la planta baja del domicilio, mientras que la bolsa que llevaba en la cabeza era de una tienda donde el acusado acudía con frecuencia a comprar».

Al respecto, el abogado ha indicado que se ha encontrado ADN de un varón y de una mujer no identificados tanto en la bolsa como en la cinta adhesiva, lo que podría exculpar a su cliente.

Para que el ADN tenga validez en una investigación, según el letrado, tiene que estar en los elementos esenciales del crimen y, en este caso, «no está ni el ADN ni las huellas», a pesar de que estén en la casa donde que ambos convivían bajo el mismo techo.

«Eso es determinante, al igual que es la hora en la que se produjo el crimen. Los peritos lo sitúan en torno a las 4 ó 6 de la mañana, pero en nuestro informe pericial –realizado por el psiquiatra forense José Cabrera– contradice las conclusiones del forense del Juzgado al situar el asesinato horas más tarde», ha indicado.

En su escrito de acusación, el fiscal solicita para David A. M. prisión permanente revisable. Se le acusa de un delito de asesinato y otro de agresión sexual, con la agravante de parentesco. Un Jurado Popular será el encargado de enjuiciar los hechos.

El representante del Ministerio Fiscal solicita la pena de prisión permanente revisable del artículo 140.2 del Código Penal, así como la privación de la patria potestad. El acusado deberá indemnizar a su hija con la cantidad de 150.000 euros.

La acusación que ejerce la Comunidad de Madrid pide una pena de 25 años de cárcel por un delito de asesinato, mientras que la familia de la víctima solicita 25 años de cárcel por el asesinato y doce años por la violación.

Frente a ello, la defensa pide en su escrito al Juzgado la absolución de su cliente, quien mantiene su inocencia desde el inicio de la instrucción, según han señalado fuentes jurídicas.

Según el relato de la Abogacía de la Comunidad de Madrid, el acusado «avisó a los servicios de emergencia a través del 112, manifestando que había encontrado a su esposa muerta».

Sin embargo, la Policía halló la cinta con la que amordazó a la víctima «en el interior de una maleta que se encontraba en una de las habitaciones de la planta baja del domicilio, mientras que la bolsa que llevaba en la cabeza era de una tienda donde el acusado acudía con frecuencia a comprar».

AMORDAZADA DE PIES Y MANOS

En el relato de los hechos del fiscal, se expone que David A.M. mantuvo desde 2011 una relación con la víctima, de nacionalidad rumana, con quien se casó en 2014 teniendo una hija en común.

Los hechos se produjeron el 26 de mayo de 2017 cuando el acusado acudió con su mujer a una cena con amigos. A las dos de la madrugada, se dirigieron a su domicilio y el procesado «la abordó sexualmente consumando una violación».

En el transcurso de la agresión sexual, la golpeó «con un objeto contundente en la cabeza, al menos en tres ocasiones, provocando que quedase semiinconsciente y eliminando así, toda posibilidad real de defensa».

El acusado decidió acabar con la vida de la víctima, «aprovechando que estaba semiinconsciente, la ató de pies y manos con cinta americana y le coloco una bolsa de plástico en la cabeza que ato con la misma cinta americana alrededor del cuello, provocando su asfixia».

La muerte se produjo como consecuencia de sofocación por oclusión de orificios nasobucales. El acusado fue detenido por estos hechos el día 28 de mayo de 2017.