Una de las pocas cosas en el mundo del deporte que nunca se ha discutido es cuando se cataloga a Michael Jordan como uno de los deportistas más trascendentales de la historia y como el mejor basquetbolista de todos los tiempos. Su importancia en la NBA y los Bulls de Chicago fue crucial para que esta disciplina creciera y fuera una de las más seguidas en todo el mundo, algo que logró con 13 campañas brillando de forma espectacular en los tabloncillos.
Ídolo mundial, el astro de los Bulls alcanzó la gloría no solo por su jerarquía e importancia dentro de la cancha, también lo hizo por una especie de aura mágica que lo hacía hacer cosas que para la mayoría de los mortales eran imposibles, pero para él eran un día más en la oficina. Muchas jugadas espectaculares y decisivas lo encumbraron al Olimpo del baloncesto donde era el señor absoluto.
5Un último tiro para el recuerdo
Michael Jordan fue clave en cada uno de los campeonatos que obtuvo con Chicago, pero en el último todo lo que hizo en esa última jugada del sexto partido fue épico.
Abajo por un punto en el marcador (85-86), a falta de 21 segundos para terminar, el de Carolina del Norte se la robó a Karl Malone cerca de su aro y corrió hasta el contrario. Ya con solo cinco segundos realizó una espectacular finta a Bryon Russel que lo mandó a los suelos de un resbalón y lanzó ese último tiro. La victoria y el campeonato fue para los Bulls y él fue nombrado MVP de las Finales por sexta ocasión. Todo por esa jugada magistral en la que dejó constancia de por qué era el mejor sin lugar a dudas.