Una de las pocas cosas en el mundo del deporte que nunca se ha discutido es cuando se cataloga a Michael Jordan como uno de los deportistas más trascendentales de la historia y como el mejor basquetbolista de todos los tiempos. Su importancia en la NBA y los Bulls de Chicago fue crucial para que esta disciplina creciera y fuera una de las más seguidas en todo el mundo, algo que logró con 13 campañas brillando de forma espectacular en los tabloncillos.
Ídolo mundial, el astro de los Bulls alcanzó la gloría no solo por su jerarquía e importancia dentro de la cancha, también lo hizo por una especie de aura mágica que lo hacía hacer cosas que para la mayoría de los mortales eran imposibles, pero para él eran un día más en la oficina. Muchas jugadas espectaculares y decisivas lo encumbraron al Olimpo del baloncesto donde era el señor absoluto.
1Una magia inigualable
Para Michael Jordan sorprender no era nada complicado, más bien era su «pan de cada día». Tenía una habilidad sin igual que no solo lo hacía destacar en todo momento, sino que lo sacaba de cualquier aprieto. Una de sus especialidades era cambiar el balón de mano mientras estaba en el aire y de esas tiene bastantes, pero entre las que realizó una de las que más se recuerda es la que hizo frente a los Nets en 1991.
Con dos defensas al frente, ‘Mike’ se encaminó al aro sin dudar y en un movimiento rápido burlo a sus dos rivales en el aire y cambiando la bola de manos la encesto con mucha clase.