Por esto le llaman Magic: las hazañas de Fernando Alonso en Renault

-

Es una de las grandes noticias del deporte español: Fernando Alonso volverá a pilotar un Fórmula 1 en 2021, y lo hará a los mandos del Renault para las tres próximas temporadas, persiguiendo la revolucionaria 2022 que haría darle la mayor oportunidad para el camino a la victoria. Un matrimonio, el de Alonso y los galos, que encumbró al asturiano.

Por lo que ésta será la tercera etapa del de Oviedo en Renault, después de las de los años de 2002 a 2006, y las temporadas de 2008 y 2009, antes de marcharse a Ferrari. Ahora lo hace con la premisa de recuperar tiempos perdidos y de intentar volver a las buenas sendas con un coche que aún le queda camino por recorrer, pero con la garantía de un piloto que sigue estando a su mejor nivel. Así, repasamos los momentos más icónicos del español durante sus años como piloto del equipo del rombo.

5
Hungría 2006, la seña de las salidas magistrales

Algo muy a destacar de Fernando Alonso en su trayectoria son las salidas, que eran, sin duda, el punto más sorprendente de aquel joven asturiano. Una marca de la casa que ya la empezó a hacer en Minardi, así como ocurrió después en Ferrari o McLaren, pero con Renault se empezó a deslumbrar ese talento.

Una habilidad, las de las salidas, que la tenemos muy presente por acciones como la que vivimos en el Gran Premio de Hungria de 2006. Alonso, que caía relegado a la decimoquinta posición en la parrilla, era sancionado con dos segundos en clasificación por conducción temeraria contra Robert Doornbos y desobediencia a una bandera amarilla. Solo fue la antesala de una de las mejores carreras del bicampeón.

Con una de las actuaciones más memorables del bicampeón, aquella salida fue apotósica. Alonso no fue el único en partir en la parte baja de la parrilla, su principal rival, Michael Schumacher, salía el duodécimo. Ambos tenían que remontar la carrera, pero el alemán contaba con ventaja. A partir de ahí, las imágenes hablaron como ninguna palabra. Alonso se desencadenó, tanto, que es justo comparar aquella primera vuelta con la de Senna en Donington 1993. El Renault buscaba la adherencia en el asfalto mojado, por dentro, por fuera, por cualquier parte, evitando las trayectorias de seco impregnadas por la goma.