Dentro de la historia del tenis siempre aparecerán jugadores increíbles que marcaron una época brillante. Tipos como Rod Laver, Pete Sampras, Björn Borg, John McEnroe o Jimmy Connors; también mujeres como Steffi Graf, Martina Navrátilová o Serena Williams, pero no hay dudas de que el deporte blanco tiene un lugar para tres elegidos que son simplemente de otro nivel: Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Uno de esos jugadores antológicos es el español, que con su zurda de oro ha conquistado la mayoría de trofeo en los que ha jugado y forjado una leyenda difícil de igualar por algún mortal en los próximos años.
Sus gestas inigualables en Roland Garros lo convierten en un elegido que sencillamente elevó el tenis a un estado en el que solo otros dos le pueden seguir el ritmo. Sin duda, su palmarés y brillantez se traducen en su gran cantidad de títulos, pero también en alguno puntos y jugadas que marcaron un antes y un después dentro del deporte blanco.
3Un muro que lo devuelve todo
Entre las virtudes más destacables de Nadal se encuentra su capacidad para creer siempre. El de Manacor lucha cada punto como si fuera el último y aún con dificultades siempre piensa que puede dar el golpe ganador. En el US Open de 2013 se transformó en un verdadero muro frente a Ryan Harrison que en repetidas ocasiones le mandó duros golpes al español y este respondió a todos sin perder la fe. Su oportunidad llegó cuando en el último remate, Nadal se lo jugó todo hacia el otro lado y justo allí fue la bola, que a pesar de la dureza logró devolverla de forma espectacular.