Florentino Pérez ha destacado como presidente del Real Madrid en un personaje peculiar a la hora de hacer fichajes. En lo largo de los años, el ejecutivo ha logrado traer grandes figuras a lo largo de la historia. Jugadores de la talla de Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham, pero también ha contratado a unos futbolistas que no han dado la talla y terminan saliendo por la puerta de atrás. El jerarca madridista se ha equivocado muchas veces con piezas que no terminan cuajando en el equipo. Sus errores más notables se dieron en la primera década del presente siglo cuando trajo a fichas que pasaron sin pena ni gloria en el equipo.
Hay que recordar a jugadores como Munitis un delantero que vino del Racing de Santander a un coste de casi los 14 millones de euros. Con el Madrid se esperaba mucho de él, pero al final fue opacado por no rendir lo esperado. La calidad del extremo era tan valorada que hasta fue convocado para la selección española en la Euro del 2000, anotando un gol. El fichaje del cántabro fue uno de los primeros fiascos de Florentino en su carrera como presidente de los merengues. Al final se marchó al Deportivo La Coruña para terminar su carrera en el Racing.
Faubert fue una pesadilla
Si hablamos de costes en fichajes que no dieron el rendimiento esperado se puede decir que Florentino llegó a despilfarrar, por lo menos, unos 80 millones de euros. Su peor etapa fue en la primera década de este siglo, donde llegó a fichar al tristemente célebre Julien Faubert, que terminó costando 7 millones de euros para ver los partidos desde la banca. Sin duda es la fortuna peor invertida. Casi nadie se acuerda de él y a veces la prensa le recuerda a Pérez de su garrafal pifia.
Florentino no solo se equivocó con Munitis
Florentino tuvo un afán de contratar centrales. Desde la partida de Fernando Hierro, el club estuvo sin un caudillo en la última línea. Un desfile de jugadores llegaron por el Madrid sin pena ni gloria y el peor de todos fue el británico Jonathan Woodgate, quien fue bautizado como “El paciente inglés”, pues las lesiones no permitieron que jugara con regularidad. Woodgate terminó costando unos 22M€ y al final fue traspasado por menos de la mitad que costó. También habrá que recordar al defensa central que vino de la Roma, Walter Samuel. El equipo italiano lo terminó vendiendo por 25 millones de euros y su rendimiento no fue ni la cuarta parte que ese esperaba.
Pues como se dijo en esa época el desespero de Florentino por superar al Barcelona de Ronaldinho lo llevó a contratar jugadores que no estaban a la altura del Madrid. Un claro ejemplo fue el delantero italiano Antonio Cassano, quien llegó en el mercado invernal por un precio de 5 millones de euros. Cassano no cuajó en el equipo y su mal rendimiento terminó siendo una pesadilla y su fichaje terminó detonando la salida de Pérez a mediados del 2007.
Como ven el presidente del conjunto merengue no ha sido perfecto a la hora de conseguir jugadores. En el último tiempo ha mejorado en su política de fichajes logrando traer piezas jóvenes que han terminado de cohesionar en el club que dirige Zinadine Zidane. Florentino ha buscado normalizar la situación en materia de contrataciones pues aprendió mucho con sus errores y ahora no ficha por fichar sino que se asesora con sus técnicos y además escucha mucho al galo para poder traer a un jugador.
El presidente del Real Madrid trata de asegurarse que sus jugadores no sean un fiasco y que puedan brillar. Desde que llegó Zidane casi todos los fichajes, en un 80% de los casos han dado resultados. El único que no terminó de cuajar fue James Rodríguez, quien costó 80M€, pero no pudo convencer al francés quien terminó por decantarse por Isco.