Dentro del tenis español, no cabe duda de que en los últimos años una de las raquetas de más renombre ha sido la de Carla Suárez Navarro. La canaria lleva más de una década representando de forma digna a su tierra y lo hace con mucha grandeza alrededor del mundo. Su tenis de paciencia, de esperar el momento oportuno, con mucha visión y ese revés espectacular a una mano la hacen una jugadora distinta y también una de las más queridas.
A pesar de ser una de las más respetadas dentro del circuito, por su espíritu combativo y su cercanía, el tiempo pasa y ella decidió dar un paso al costado en este 2020. Sin embargo, la pandemia del coronavirus lo cambió todo y el calendario no ha sido tal como lo planeó el año en que pensaba despedirse. Además, recientemente se enteró que sufre de cáncer, al confirmarse la aparición de un linfoma de Hodgkin en su cuerpo. Realmente no es el año que esperaba, pero la española lo afronta con mucha valentía y está dispuesta a pelear con todo, tal como lo hizo durante toda su carrera para lograr sus más grandes hazañas.
4La felicidad la encontró en Catar
En el 2015, la gloria se le escapó de las manos a Carla Suárez de forma muy cruel. No obstante, en el 2016 el destino le tenía deparada una bonita sorpresa en Doha, Catar. Allí la española se impuso con un gran tenis de calidad para conquistar el segundo título de su carrera. Dejó en el camino a tenistas como Vesnina o Radwanska y en la final se impuso ante Jelena Ostapeko de forma épica al venir de atrás (1-6, 6-4 y 6-4). No cabe duda que allí estuvo imparable.