Sergio Ramos o pudo disputar el último partido del Real Madrid en la Champions League. El central merengue comenzó sus vacaciones y como la situación no está para estar viajando por el aumento de casos de coronavirus en Europa el de Sevilla aprovecha descansar y disfrutar de su espectacular piscina junto a sus hijos y mujer Pilar Rubio. La alberca no es cualquier cosa es tan grande que parece una playa. Es más los que han podido estar en ella le llaman “Benidorm”.
Y es que Ramos debe tomar un descanso antes de comenzar con los trabajos físicos para prepararse para la venidera temporada. El proceso de ponerse a tono será intenso ya que el año que viene cumplirá 35 años y pudiera ser el último año como madridista. Esta situación no le tiene preocupado, por ahora prefiere tomar el sol y darse un chapuzón en su espectacular piscina, la cual costó unos 200 mil euros hacerla. No es un secreto que el defensa central del Real Madrid le gusta la playa y por ende quiso que su pileta fuera lo más parecida a una.
Los aficionados ya han visto la majestuosa piscina. Ramos y Rubio se han encargado de mostrarla en sus redes sociales, especialmente en Instagram, donde siempre postean fotos en sus alrededores o simplemente tomando un baño. Por lo general, Pilar le gusta ejercitarse cerca de ella ya que al terminar le gusta tomarse un chapuzón para relajarse. La piscina es el lugar favorito de la familia Ramos Rubio, pues los niños disfrutan jugar en ella.
No es un secreto que el jugador sevillano es uno de los que más ganan en el Madrid. Para la venidera temporada el salario anual de Ramos estará calculado en unos 20 millones de euros, sin contar lo que gana Pilar por ser una de las animadoras del Hormiguero. La presentadora y modelo gana 50 mil euros por episodio. Además de lo que recibe por sus negocios, la publicidad y lo que monetiza en Instagram.
Por ahora el verano será tiempo de relax para Ramos y su familia. Tras dos meses confinados por la alerta sanitaria, el jugador quiere que ahora disfruten todos, pues los planes eran viajar en el yate, pero ante esta situación prefiere quedarse en casa y tomar un chapuzón en su magistral piscina.