Isabel Pantoja ha cumplido con todos los pronósticos. Y es que, como todos imáginabamos, ha debutado como jurado en «Idol Kids» demostrando por qué sigue siendo una de nuestras artistas más importantes. Emocionada, divertida, sincera y un sinfín de adjetivos que no bastarían para describir el estreno de la tonadillera en el talent musical.
Y es que, había mucho morbo por ver cómo Isabel se comportaba como juez en un programa musical – que es su terreno y en el que se mueve como pez en el agua – cómo trataría a los niños y cómo se comportaría con sus compañeros Edurne y Carlos Jean. Y, al igual que sucedió con su paso por «Supervivientes», la artista ha superado todas las expectativas, convirtiéndose en la auténtica protagonista de una noche en la que, además de música, hubo mucha pero que mucha emoción.
Feliz como una niña con zapatos nuevos, Pantoja se mostró cercana y cariñosa con los pequeños aspirantes a artistas. No dudó en reír, cantar, dar palmas, bromear y, como no podía ser de otra manera, emocionarse; más que emocionarse, romperse por completo cuando los acordes de su famoso «Marinero de luces» empezaron a sonar y la tonadillera, deshecha en lágrimas, habló como nunca lo había hecho de la muerte de su marido, Paquirri.
Antonio, un sevillano de 13 años muy fan de Isabel, quiso sorprenderla cantando uno de sus temas más famosos y, cuando la sevillana comenzó a escuchar las primeras notas de su «Marinero de luces» no pudo hacer otra cosa que bajar la cabeza y taparse los ojos. Sin poder dejar de llorar y muy emocionada, la madre de Kiko Rivera ha confesado que «tuve que dejarla de cantar porque esa es mi vida. Puedo hablar con otras canciones, pero esa es mi vida plasmada en un disco y toda esa pena que yo llevaba aún la llevo». Pantoja, agradecida con el niño por interpretar el primer tema que ella cantó tras la muerte de Paquirri, aseguraba rota de dolor que «no voy a dejar de llorarle nunca, hasta que me vaya. Esta canción fue la primera cuando falleció mi marido, es mi vida del año 84. No haré nunca otro disco igual, jamás. Se fue muy joven. Eran 36 años los que tenía y yo 27. Y me quedé sin él en 17 meses y con un niño de 7 meses. Te lo revuelve todo y toda la vida, y criar a un niño sola… pero fui la mujer más feliz del mundo con él. Menos mal que no hicimos como tantas parejas recién casadas que piensan, bueno, vamos a tomarnos un año. No esperamos para tener hijos y me quedé embarazada en el primer mes. Yo quería tener un hijo. Me encantan los niños y a él también. Si no tengo a mi hijo… No me hubiese dado tiempo. No sé como estoy viva, fue tremendo. No lo sé».
Una confesión desgarradora con la que Isabel, una vez más, nos ha dejado sin palabras hablando como nunca lo había hecho de la muerte del que fue su gran amor, Paquirri; y con la que, con permiso de los pequeños artistas que ayer demostraron su talento en las primeras audiciones de «Idol Kids», se convirtió en la absoluta protagonista de la noche.