El Gobierno ve con buenos ojos la propuesta de fusión entre CaixaBank y Bankia y no tiene previsto poner ninguna traba a la operación siempre y cuando se persigan los objetivos que el Ejecutivo considera como primordiales a la hora de dar el visto bueno a una operación.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado que no hay que esperar si un proceso de «suma o fusión» cumple los requisitos que permiten dar mayor estabilidad a las finanzas públicas y al sistema bancario.
La ministra de Hacienda ha explicado que para que el Gobierno dé ‘luz verde’ a una operación esta debe proteger el interés general del conjunto de los españoles. «Es algo razonable y que, por su puesto, se cumple en el caso de Bankia y CaixaBank», ha dicho.
También ha indicado que la propuesta entre ambas entidades permite maximizar la participación pública, destacando la respuesta «claramente favorable» del mercado bursátil en el momento del anuncio. En su opinión, el comportamiento en Bolsa ha sido un mensaje de confianza de los inversores, que también está repercutiendo en el valor del conjunto del mercado y de otros bienes asociados.
En este sentido, aprovechando la participación pública, el Ejecutivo pretende ser capaz de estar presente en la toma de decisiones sobre la operación, aunque con absoluto respeto a los órganos de administración de los bancos, a sus consejos y juntas de accionistas, «como no podía ser de otra manera».
«Ahora lo imprescindible y fundamental es que este Gobierno colabore y contribuya a que se afiance esta operación y pueda seguir su cauce con todas las garantías por parte de los supervisores, tanto en España como los supervisores europeos. Ahí estaremos trabajando codo con codo con las entidades financieras», ha remarcado.
Otro de los objetivos que debe lograr cualquier proceso de consolidación, en su opinión, es el de reforzar la estabilidad del sistema financiero y bancario del país, aportando seguridad tanto a los ahorradores como a los inversores.
MADRID Y BARCELONA, DISPUESTAS A ACOGER LA SEDE
Como elemento añadido, la portavoz del Gobierno ha señalado que la unión entre CaixaBank y Bankia permitirá establecer las condiciones para mejorar la cohesión territorial del país dado el origen de cada una de las entidades. En esta línea, Montero ha asegurado que tanto Madrid como Barcelona han mostrado su disposición para que se desarrolle en ellas la sede del grupo resultante.
En cualquier caso, Montero ha aseverado que aún deben concretarse todos los detalles de la operación, añadiendo que toda la información se debe abordar con absoluta «cautela y discreción» para que pueda llevarse a cabo en el marco de la estabilidad del sistema financiero.
AFIANZAR EL PAPEL DEL ICO
En otro orden de cosas, la portavoz ha defendido el interés en que el Gobierno esté presente en la toma de decisiones, a través de los consejos de administración y las juntas de accionistas de la entidad de resultante, así como en afianzar el papel del Instituto Oficial de Crédito (ICO), cuya respuesta para ayudar al tejido productivo contempla la puesta en funcionamiento de 40.000 millones de euros adicional a la línea de crédito de 100.000 millones.
«Paso a paso sigamos avanzando en este proceso importante que se ha abierto en el marco de las entidades bancarias, y seguiremos trabajando para que el ICO dé una respuesta acorde a las necesidades que tienen en este momento nuestras empresas, con proyectos muy importantes, algunos de ellos de riesgo, pero que sin duda van a contribuir a la transformación definitiva de nuestro país», ha destacado la ministra portavoz.