Gareth Bale ha sido uno de los fichajes más rentables en toda la historia del Real Madrid y seguramente su nombre quedará grabado para siempre en los libros de historia de esta prestigiosa institución.
El galés desde niño ha demostrado tener un grandioso talento para jugar al fútbol, tanto así, que a sus apenas 9 años llamó poderosamente la atención del Southampton Football Club, equipo que se hizo con sus servicios y comenzó a trabajarlo como lateral izquierdo. Posteriormente, él en su adolescencia fue catalogado como una persona exitosa y triunfadora en cada proyecto que se había planteado para su vida y, por esa razón, el preparador físico Gwyn Morris decidió entrenarlo de forma personalizada.
«Gareth Bale tiene una fuerte determinación para triunfar y el carácter y las cualidades para llegar a las metas que se proponga. Además es una de las personas menos individualistas que he tenido el placer de educar», dijo Gwyn Morris cuando vio el excelente nivel que él estaba mostrando en el 2007, el cual le valió para terminar al año siguiente en las filas del Tottenham Hotspur.
No obstante, «El Expreso de Cardiff» es hoy en día uno de los dolores de cabeza más grandes de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y del experimentado Zinedine Zidane. Sin embargo, él podría ser considerado como un jugador histórico para el treintaicuatro veces campeón de LaLiga Santander.
1Gareth Bale y su increíble polivalencia
Gareth Bale, desde las categorías inferiores, ha demostrado ser un jugador polivalente que brilla de forma grandiosa en cualquier posición del campo. En el Southampton inició como lateral izquierdo y resaltó en ese esquema de juego por ser un futbolista con mucha llegada, todo esto gracias a su increíble velocidad y buena pegada al balón.
Luego, en el Tottenham Hotspur, Gareth Bale se mantuvo por un tiempo en esa posición, aunque de vez en cuando lo hacían subir varios metros para que aportara en el ataque. No obstante, pasó un período extenso de meses para que el entrenador de turno se percatara de la magnífica habilidad del galés para crear peligro y lo dejara jugando como extremo.
Para la temporada 2012/2013, la cual fue su última campaña con el equipo inglés, el director técnico André Villas-Boas comenzó a alinearlo como mediapunta y vaya que le funcionó a la perfección. Gareth Bale finalizó ese año con veintiséis goles y estableció un récord en el club.
Claramente, él ha demostrado, en cada equipo por el que pasó, que es un jugador extremadamente polivalente que puede adaptarse rápidamente a cualquier posición en la que le necesiten.