En la actualidad, la sombra de la incertidumbre se cierne de forma inexorable sobre el mundo del tenis, que realmente vive horas muy oscuras. Tras lo sucedido en el nefasto Adria Tour de Novak Djokovic, los días siguen pasando para el deporte blanco con un calendario de varios torneos ya armado, pero con la duda de si estos se jugarán de definitivamente. Uno de los torneos más importantes que está marcado en rojo para muchos es el Abierto de Estados Unidos, uno de los Grand Slams. Sin embargo, el torneo ya ha tenido varias bajas cruciales, pero ninguna como la de un Rafael Nadal que ya anunció que no se presentaría a Nueva York para defender su título.
El balear hizo público su intención de permanecer en Mallorca y centrarse en la etapa de tierra batida, por lo que no asistirá al US Open. No obstante, la razón principal por la que no irá a Estados Unidos es por la situación que vive ese país con el coronavirus. Al ser ese país el centro de la pandemia y Nueva York uno de los lugares más afectados del planeta, el tenista español decidió que lo mejor sería quedarse resguardo y no correr riesgos.
Luego de anunciar su decisión, Nadal concedió una conferencia de prensa por vídeo ante varios medios y en ella dio parece que dio el golpe definitivo para todo el mundo del tenis al confesar que lo mejor sería cancelar definitivamente toda la temporada del 2020. «Mi corazón me dice que sería mejor eso (centrarse en 2021 y dar el curso por perdido), pero hay muchísimos otros intereses», comentó ante todos los que estaban en la videoconferencia.
Intereses en juego que Nadal prefiere no juzgar
Para el español la decisión no ha sido fácil, pero en ella intervinieron varios factores que lo llevaron a tomarla. Aunque él decidió no participar en el US Open prefiere no juzgar ni a los organizadores que quieren continuar todo, ni tampoco a los jugadores que irán para obtener algo de dinero.
Como todas las decisiones, al final no se toman a la ligera y hay que consultarlas bien con la gente que tengo al lado y que realmente me importa. Creo que en la situación actual todas las decisiones son válidas. No hay nada que sea seguro o correcto. Pero la situación sanitaria es el primer inconveniente básico a la hora de tomar mi decisión, la situación parece que no está del todo controlada, por lo cual en este caso, consultado con mi equipo decidimos esto», señaló Nadal.
Además, el mallorquín indicó que si jugaba en la pista dura del US Open, luego tratar de pasar a la competencia en tierra batida sería perjudicial para su cuerpo. Y finalmente añadió que anímicamente no se sentiría del todo bien para jugar enfocado con tantas cosas malas sucediendo en esa ciudad.
Las dudas de continuar con el calendario
Aunque ya se sabía que Nadal no quería juzgar a nadie, igual fue interrogado sobre si lo mejor sería que también se cancelara el Grand Slam norteamericano, tal como hizo recientemente el Mutua Madrid Open.»A día de hoy se va a disputar, parece que sí, pero no puedo decir lo que va a pasar en las próximas semanas. La intención desde luego es que se juegue Cincinnati y Nueva York. La intención de la ATP y la USTA es mantener el torneo», acotó.
Ya con respecto a la lo que se le venía con el torneo en Roma y el Roland Garros, el balear tampoco dio seguridad sobre si los jugaría, pero si resaltó que se ha entrenado bien durante meses por si al final se disputaban. «No se si jugaré Roma o no. Espero noticias del nuevo calendario adaptado después de la cancelación de Madrid y a partir de ahí tendré que tomar decisiones», declaró. La incertidumbre es ahora la que parece reinar en el tenis, pero Nadal tiene fe con respecto a un mejor ambiente para desarrollar todo el calendario el próximo año.
«Lo que pueda suceder en el 2021 se verá y lo encararé con la máxima ilusión si, es que viene, y con la mayor profesionalidad posible», cerró un Nadal al que en Nueva York seguro extrañarán mucho si al final logran realizar un torneo muy marcado por el coronavirus.