Quique Setién, entrenador del FC Barcelona, sabe que la única esperanza para salvar el año del club radica en titularse campeones de la Liga de Campeones. Sin embargo, un cabo suelto que se arrastra en las sombras del Camp Nou podría cambiar el curso de la situación y terminar de sentenciar la paupérrima temporada del equipo presidido por el empresario Josep Maria Bartomeu.
Si bien es cierto que el conjunto blaugrana está pasando por muchos problemas en la actualidad, muchos de sus jugadores se encuentran dispuestos a mostrar su mejor cara dentro del campo de batalla. Aunque perder LaLiga Santander ante un Real Madrid que está sumamente lejos de estar entre los mejores de la década ha hecho que se generen incontables cantidades de dudas en el entorno del cuadro catalán.
Además, el director técnico Quique Setién ha entendido que sus números no son para nada parecidos a los que dejó Ernesto Valverde y, a su vez, sabe que el FC Barcelona no ha demostrado su mejor rendimiento colectivo, inclusive, algunos expertos del balompié mundial han catalogado esa situación como «patética», debido a que los culés se han caracterizado por ser uno de los mejores clubes de la élite mundial. Por lo que su cierre en el torneo más importante a nivel de clubes en los cinco continentes debe ser perfecto y esperanzador para todos, incluyendo no solamente a los fanáticos, sino también a la directiva, cuerpo técnico y jugadores.
La odisea de Quique Setién ante el Nápoles
Asimismo, el próximo 8 de agosto del año en curso el FC Barcelona de Quique Setién afrontará el partido de vuelta por los octavos de final de la Champions League ante el Nápoles de Gennaro Gattuso, rival con el que empató 1-1 en el encuentro de ida que se disputó Estadio San Paolo, donde salió expulsado al minuto 89′ el mediocampista chileno, Arturo Vidal. Sin embargo, el futuro de los azulgranas no pinta para ser muy bonito por los últimos resultados, los cuales han decepcionado rotundamente a todos.
«Si seguimos así, el partido ante el Nápoles lo vamos a perder también. Ya dije que no nos llegaba para la Champions con el nivel de juego que teníamos y ahora se ha visto que este no nos ha alcanzado ni para la Liga», indicó Lionel Messi, capitán del equipo, tras la dolorosa derrota 1-2 sufrida en el Camp Nou ante el Osasuna que sirvió para que el Real Madrid levantara su copa número 34 de LaLiga Santander.
El problema más grande
Ahora, el mayor problema y peor cabo suelto de Quique Setién para estas etapas finales de la Liga de Campeones radica en el atacante estrella Luis Suárez, quien salió cojeando después de la goleada 0-5 en el Estadio de Mendizorroza contra el Deportivo Alavés por la última jornada del torneo local.
La suspensión de LaLiga Santander y la UEFA Champions League, debido a la pandemia generada por el coronavirus y por las medidas tomadas por las autoridades para minimizar la propagación, sirvió para que el charrúa descansara un poco y se recuperara físicamente para luego afrontar la gran cantidad de compromisos que se le avecinaban en esta recta final de la temporada.
Sin embargo, el panorama de Luis Suárez parece otro, ya que se pudo conocer por medio de una fuente cercana al FC Barcelona que el crack uruguayo también fue visto cojeando al salir del coche en el Aeropuerto, cuando se iba para unas mini vacaciones antes de volver a entrenar de cara al partido contra el Nápoles. Lamentablemente, Quique Setién sabe que el atacante sigue con molestias tras la operación y que no se ha recuperado de la lesión del menisco que tuvo.
En efecto, el entrenador azulgrana de 61 años de edad estaba en conocimiento del estado de Luis Suárez, quien disputó casi todos sus partidos con dolores. Es por ello, que tal vez el rendimiento y forma física del uruguayo no eran las mejores en este tramo final. Asimismo, Quique Setién ya conoce las consecuencias que podría traerles la sensible baja del charrúa en su camino hacia la gloria europea, entendiéndose claramente que si no pasan de los octavos ante los italianos, terminarían firmando una de las peores campañas del siglo actual.