Imagina que vas por la calle y te consigues un objeto un tanto extraño que tiene forma de banano. No encuentras una referencia en tu mente que pudiera atribuirle un nombre, sin embargo reconoces que se trata de algo importante, ¿pero cómo es posible que se encuentre de la nada una cosa de valor?, en la cabeza no hay cabida para una historia como ésta y menos que te pase a ti.
No obstante, no es muy descabellada la idea de que existen individuos como tú y como yo que les ocurrió. Se encontraban realizando una labor y de repente vieron una pieza clave que contribuyó al desarrollo de la humanidad. Sigues incrédulo y lo sé, es por ello que te plasmamos algunas historias a continuación:
4La Tumba del Rey Tut
La historia a continuación es fascinante porque deja la reflexión que las personas nunca deben darse por vencidas. Howard Carter estaba a punto de dar por culminada una expedición porque no había el dinero para financiarla. Con él se encontraba un chico que, de último momento escarbando con un palo, sintió un objeto duro bajo tierra.
Resultó ser la tumba del célebre faraón. Todo esto ocurrió en 1922, prácticamente ayer. En la momia se encontraban arreglos florales que Carter logró fotografiar antes que se convirtieran en polvo al tocarlas. Ese chico que se dio cuenta que algo grande se encontraba bajo tierra, estaba ahí para servir el agua. Esperemos que después de lo que descubrió, su vida haya cambiado.