El presidente del PP, Pablo Casado, ha defendido este martes su decisión de destituir a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz de los ‘populares’ en el Congreso. Según ha defendido, él no cuestiona la libertad de cada diputado pero únicamente pide «cierta coherencia en el discurso» que marca la dirección nacional.
En un encuentro digital en ‘elmundo.es’, Casado ha defendido su potestad como presidente del PP para marcar la estrategia en cuestiones «claves», como es la relación con el Gobierno, señalando así la defensa de Álvarez de Toledo de un gobierno de concentración con el PSOE como una de las principales discrepancias.
El líder de los ‘populares’ ha reconocido que nunca había hecho una «apuesta tan arriesgada» como la del nombrar a Álvarez de Toledo portavoz parlamentaria, una decisión que ha reconocido que tampoco era mayoritaria en el seno del partido. «Yo lo hice y no pido nada más a cambio que no se manipulen conversaciones privadas y que el proyecto no se vea perjudicado», ha explicado.
Casado ha insistido en que no pide a ningún miembro de su equipo que actúe a su favor, sino únicamente que reconozca su competencia para marcar la estrategia en «cosas claves». «Tengo la mejor opinión y la mejor predisposición a que todo el mundo tenga cabida, pero lo mínimo que se pide es cierta coherencia en el discurso», ha insistido señalando que Álvarez de Toledo sabe esto bien después de ocupar escaño en el Congreso durante diez años y haber sido jefa de gabinete de un secretario general del partido.
«Yo respeto la libertad, pero también la coherencia de un grupo parlamentario y de un partido», ha sostenido respondiendo a las palabras de su exportavoz parlamentaria apuntando que mantendría el escaño en el Congreso para comprobar hasta dónde llega la libertad de un diputado raso.
PROYECTO DE CENTRO DERECHA «SIN COMPLEJOS»
Para defender su posición, Casado ha puesto como ejemplo un periodista, quien cree que puede escribir sus artículos con libertad pero no debería criticar al medio para el que trabaja o hablar por su cuenta de fusiones con otras cabeceras. «Yo fui portavoz y jamás dije algo que no creyera pero jamás arremetí contra el partido en el que militaba», ha subrayado.
Más allá de la polémica, Casado ha explicado que su objetivo es «reforzar» un proyecto de centro derecha «sin complejos en la defensa de las ideas, principios y valores». Y a la vez, defender las cuestiones que más importan a los ciudadanos como la crisis económica, la pandemia, la sanidad o la educación.
El líder del PP participará en la clausura de la escuela de FAES, donde se encontrará con el expresidente José María Aznar, con quien ha asegurado que tiene «muy buena relación». A su juicio, esto no debería ser noticia porque él tiene el compromiso de «reivindicar» la historia de todo el partido.